17. UN ARTISTA (Sergi Cambrils)
Entre estas cuatro paredes –rectifico, seis, hay techo y suelo, gracias a Dios–, doy rienda suelta a mi imaginación. Quizás demasiado. La barba me ha crecido y no me he dado ni cuenta. Seguramente huelo mal, solo me lamo un poco por las mañanas. ¿Por qué debemos lavarlo todo con agua? Prefiero humedecerme con el rencor y el desprecio de mi saliva, y crear una versión de mí mismo nunca vista. Expresar alegría se ha vuelto imposible, igual que mezclar estos colores de mierda. Odio la música de fondo que me pongo, pero me alimenta; me hace superior, cruel, lívido de furia. Y remueve en mí el vicio; ese mismo que tuve con las máquinas tragaperras.
El hundimiento de una persona por su mala cabeza. La ludopatía puedw conducir a la mendicidad. Al menos, parece que aún tiene un techo bajo el que cobijarse y le da por crear obras pláaticas, no todo está perdido entonces. También es consciente de que la causa dw sus males es él mismo. Tiene los mimbres para salir adelante y, por qué no, para crear a partir de la situación en la que se encuentra una obra diferente y hasta meritoria.
Los artistas, esos inquietos con sus luces y sombras, pero qué voy a contarte que tú no conozcas mejor que yo.
Un abrazo fuerte, Sergi. Suerte
Si al menos es consciente de sus anteriores errores y, a pesar de su rabia y pretendida superioridad, consiguiera crear algo de lo que estar orgulloso todo podría cambiar. ¿Quién sabe? Puede que no sea lo que pretenda, o que no se lo merezca, o que… Suerte, Sergi. Saludos.
Sergi, parece reflexivo y consciente tu personaje; eso es un paso a la esperanza. Suerte y saludos