NOV36. A SORBOS, de Amparo Bárcena
Recientemente descubrí la calle. Vi en ella la posibilidad de dejar boquiabierto a más de uno -incluidos mis avergonzados progenitores- y me gustó la idea.
En mi ocupación anterior como profesor de Ciencia Sociales- tan seria, tan aburrida…-escupía conocimientos. Ahora lo que me satisface es aparentar que como el fuego y contemplar cómo, para esos bajitos a los que antes adormilaba en clase, me he transformado en un héroe malote que hace travesuras en cualquier esquina. Pasar de ser su peor pesadilla a hipnotizarles cada fin de semana me produce una satisfacción imposible de pagar. Ahora soy feliz.
Mientras busco, entre otras, la mirada sorprendida de la pequeña Lidia o la sonrisa picarona de Tomás, me digo satisfecho: ¡Esto es otra historia!
http://lamedores.wordpress.
Divertido, optimista. Has descrito muy bien la parte interior del personaje, sus motivaciones, y también el entorno. Me gustó.
Suerte y un abrazo.
Muchísimas gracias a las dos por vuestros comentarios 😉
Saludos.
Los titiriteros forman parte de nuestro legado cultural y es difícil no pararse ante ellos a pesar de nuestras edades.
Muy bonito. A muchas personas no les importaría cambiar de trabajo.
Un beso
Esos sorbos de sonrisas que se bebe desde que ha decidido cambiar de profesión, me han encantado. Es una historia cercana que dibuja sonrisas. Estupendo Amparo.
Un abrazo
Amparo, tu historia transmite alegría y desenfado pero también mucho valor: el que hace falta para dejar convencionalismos y apostar por lo que nos hace felices y hace felices a los demás. Me gusta mucho. Un abrazo.
Me gusta el relato. Si el cambio ha sido voluntario, bienvenido sea. No hay mejor maestro que un payaso. Si es por los recortes en educación… No llego a captar el título, problema mío, seguro. Venga, suerte.
Es un relato que despierta sonrisas, por su tono de narración un poco irónico y por la historia en sí de «al mal tiempo buena cara». Me ha sorprendido el título y su comientzo de que descubrió la calle, lo importante es como dice que ahora es felíz, aunque sus padres se averguencem que pena no?
Os pido disculpas por no haber agradecido antes vuestros amables comentarios. He estado enredada con letras…
Lo importante en esta vida es buscar la felicidad y beberla a sorbos. Él lo hizo. 😉
Un saludo a todos.