23. SPELLBINDER
Supo a temprana edad que su aptitud para persuadir era su mayor habilidad. Apenas había estudiado,sin embargo, tenía una capacidad innata para pronunciar el discurso apropiado en el momento preciso. Su dicción, aunque imperfecta, cautivaba hasta casi hipnotizar, a sus interlocutores, lo que le sirvió para desempeñar un trabajo a su medida vendiendo, especulando, trapicheando.
Capaz de aceptar cualquier compromiso sin sudar ni despeinarse, no pasó mucho tiempo antes de que poderosas empresas le ofrecieran suculentos honorarios.
Sus negocios giraban a ritmo de centrifugadora y el color del dinero tiñó sus pupilas.
Un día cualquiera, un día en el fondo esperado, el incesante virar cesó y su mundo entró en erupción. La lava pegajosa y ardiente discurrió con rapidez incendiando su reputación y su peculio. Fraudes, deudas y atropellos corrieron de boca en boca, ahogando su delirio en una colada de barro.
La cántara de leche se hizo añicos y, como en el cuento, sus sueños grandilocuentes enmudecieron bajo las cenizas.
El artista del lenguaje, el orador fascinante cambió su traje y corbata por un pijama ordinario.
En el silencio de la noche su voz cadenciosa susurra historias que, como cantos de sirena, atraviesan los corredores del hospital.
Creo que a unos cuantos que todos conocemos podría aplicárseles tu cuento. Encantadores de serpientes capaces de envolver con lo que queremos oir las más abyectas intenciones. Pero yo casi los vería, en su final, ocupando una celda y no tranquila sala de hospital. Enhorabuena, Mercedes. Suerte y un saludo.
Bueno Jesús, lo que no sabemos si la sala de hospital es de las «tranquilas». Gracias por leerme y comentar, me hace ilusión. Feliz noche.
Hola Mercedes. Me encanta como describes a ese personaje abyecto, porque ese es el adjetivo que merece ese tipo de gente ruín y embaucadora capaz de todo por el maldito dinero. Soy de la opinión que, al final, uno recoge lo que siembra. Quizás su karma hubiera sido menos benévolo que tú al escoger su final.
Enhorabuena por este relato. Un cálido saludo.
Gracias Barcelö. Me alegro de que te haya gustado el micro. Gracias por tu apoyo. Te deseo feliz vida y estupenda tarde.
Hola Mercedes, me encanta tu relato. Una pena que este chico, con ese potencial para crear historias haya escogido la profesión equivocada. Si hubiera sido guionista de cine, seguramente tendría más éxito y ganaría su sueldo honestamente. ¡Qué importante es elegir bien! Por cierto, me preguntó el porqué del título…
Un saludo.
Es muy buena idea la tuya pero, ya ves. Cada uno elige su camino. Spellbinder significa precisamente eso, orador fascinante o alguna acepción sinónima.
Gracias por venir. Feliz tarde. Abrazos.
Mercedes, lo cuentas divinamente y estos existen por cientos; no tenemos que darle vueltas a tu fluida historia que nos llega nada mas iniar su lectura. Suerte y saludos
Gracias Calamanda. Tienes toda la razón en que los hay y no son pocos. Me alegra mucho que te haya gustado. Te deseo una bonita noche, aquí cálida, el Mediterráneo ya se sabe. Besos.
Como poco, la cárcel, se merece este charlatán venido a menos… me ha gustado tu historia.
Un abrazo y suerte
Gracias Rosy. Me alegra que te guste el micro y no la actitud de este señor. Señoras, también las hay así pero está vez tocó masculino.
Besos y felices sueños.
…y la tilde de «esta» sobra…ay, si esa que las carreras no son buenas pa na…
Como ya te han comentado, Mercedes, este tipo de oradores o trileros, que también lo son, acaban metiéndose en su propia trampa y es cuestión de tiempo desenmascararles, claro que los aficionados siguen, aunque sea en el silencio de la noche…
Muy buen texto. Saludos.
Pues si Manoli,así es por desgracia. Te deseo suerte y felicidady agradezco tu visita a mis letras.
Buenas noches y bonitos sueños sin trileros, eso sí.
Qué mágicas son las palabras. Qué difícil averiguar en ellas la verdadera intención del que las transmite, puede que incluso para sí mismo.
Seguro que tu protagonista ni se dio cuenta del camino al que le llevaban.
Le deseo mucha suerte, y a ti mucha más.
Gracias Isabel. Es muy acertado lo que dices. Que pases una deliciosa tarde de octubre veraniego.
Embaucador de la palabra, hipnotizador de la razón, pero toda acción regresa como un bumerán a tu vida. Muy bueno, Mercedes. Abrazos y suerte.
Gracias Salvador por acercarte a mi espacio y leerme de cerca. Feliz noche y feliz vida.
Un enfoque original del tema del bimestre. Personalmente había imaginado que el final del personaje era la prisión y no un hospital, pero supongo que algunos individuos no pisan la cárcel ni en los cuentos.
Si me permites un apunte, en aras de mejora, hacia el final del relato aparecen en la misma frase «lenguaje» y «traje». Para evitar la cacofonía podrías cambiar el traje por «chaqueta», por ejemplo. Por lo demás, tu relato me parece original y muy actual.
Suerte y abrazos,
Hola Anna, gracias por tu apunte y por tu lectura. Tendré en cuenta tu consejo. Te deseo una feliz noche.
Mi desconocimiento del inglés me hace busca el significado de spellbinder. ¿Es bueno ponerlo en inglés? Curiosa visión del tema del mes, inesperada. El artista de las palabras. Termina enfermo, se libra de la cárcel. Mira que el final tiene su tono simpático, no es malo susurras historias que levante la esperanza en el hospital. Lo dicho, me sorprende tu enfoque del tema del mes y me gusta ese final. Suerte.
Gracias Ximens. Sé poco o nada de inglés pero un día, casualmente, escuché esa palabra y me gustó su sonoridad y su significado porque se puede ser un artista de la palabra desde muchos puntos de vista. La oi como te decía, hace por lo menos diez años y nunca se me olvidó, sin embargo, esta es la primera vez que la utilizo. Ya ves. Me alegra que te guste el relato. El tuyo es precioso.
Feliz noche.