27. LAS DESCONOCIDAS PRETENSIONES DE UNA MOMIA VULGAR (Edita)
Estaba empeñado en pasar a la historia. No como Fraga, con la faraónica Ciudad de la Cultura inconclusa; quería hacerlo a lo grande, igual que un descubridor científico. Lo complicado era dar con el asunto oportuno, y más viviendo en una época en la que ya todo está inventado.
Durante años, cada mañana descartaba lo que había ideado la víspera. Hasta que una noche de insomnio, lo visitó la inspiración: crearía un arte nuevo; uno en el que pudieran expresarse todos los artistas frustrados, aquellas personas que aseguraban llevar un Dalí o un Neruda dentro, por ejemplo, y que no eran capaces de expulsarlo.
Y empezó a diseñar su proyecto. Primero, empleando para la causa todas las horas de ocio, incluidas las vacaciones; después, viendo que el tiempo se le echaba encima, solicitando la reducción de jornada, pero acabó abandonando el trabajo para dedicarle el día entero. Aún así, le parecía que no avanzaba lo suficiente y se vio obligado a robarle horas al sueño. Confundía el ocaso con el alba, e incluso dejó de comer.
Cuando los vecinos llevaban meses sin verlo, dieron parte a las autoridades. Lo encontraron momificado entre montañas de extraños bosquejos que nadie supo descifrar.
(Relato fuera de concurso)
Originalísima propuesta, Edita… ¿Quién dijo que todo está inventado?
El protagonista de tu relato es «todo un personaje» 😉
Un abrazo con suerte (extramuros, ya que veo que estás intramuros_ENTC)
Ay, Edita. Me temo que partes de una premisa falsa: Es más fácil que pase a la Historia, como podemos ver, Fraga u otro como él (con poder y otras cualidades que no diga, aunque tú lo haces sin problema alguno; lo que te honra, por cierto) que aquellos que hacen o descubren «cosas» importantes y valiosas para la humanidad. Y, dinos, eso de la momia, ¿va con segundas? Sin bromas, curioso el relato que nos dejas, donde nos demuestras que de que vale matarse en no se sabe que, en ocasiones nuestra vida, y lo peor, que nadie se va a enterar de nada, por fructífero e interesante que haya sido nuestro trabajo. Saludos.
En la presente convocatoria, aunque lo lea todo y con más atención que nunca, me abstendré de comentar, incluso me aguantaré sin responder a los comentarios de mi relato fuera de concurso. Muchas gracias a todos los que paséis por aquí.
Siglos buscando el Santo Grial y nadie ha percibido que se encuentra, precisamente, en «esa» loca búsqueda. Ese camino, a veces corto, a veces eterno, en pos de una quimera que apenas se siluetea en la cabeza del artista… es lo mas bello que posee el ser humano, y donde habita escondida la felicidad. La verdadera. Delicioso, Edita.
Una momia muy especial la de tu micro, EDITA. Salvando las distancias, me recordó lo que hace un tiempo vi en un documental sobre unos lamas japoneses que, sometiéndose un ritual larguísimo que incluye una dieta hipocalórica y la bebida de un té venenoso que va eliminando los fluidos de sus cuerpos, se van momificando en vida (el proceso también lo describe en detalle tu coterráneo Andrés Pascual en su novela «El haiku de las palabras perdidas»). Si quería lograr alguna notoriedad este hombre, vaya si lo consiguió.
Un beso,
Mariángeles
El afán por el reconocimiento, el ansia de dejar poso en la historia, ha hecho que su vida sea un mero trámite y se ha olvidado de su propia existencia. Irónico relato sobre el ego y la importancia de vivir el presente. Muy bueno, Edita. Abrazos.
Edita, interesante y sobre todo el final de tu relato. Suerte y saludos
Nos ofreces una historia muy completa: las pretensiones de una momia vulgar, son las pretensiones de una persona que, a mi juicio, tiene una pobre consideración de sí mismo. Ese «pasar a la Historia» no es más que el reflejo de un deseo de ser aceptado. difícilmente una persona así, conseguirá nada, pues lo hace todo por los demás, no por sí mismo. En cuanto al relato, es de factura excelente: la historia se va cerrando sobre sí misma, como un caracol, y al final descubres la soledad del personaje.
Felicidades, Edita. Lástima que esté fuera de concurso.