Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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NOV06. DESDE HUNTSVILLE, de Marcos Santander Llona

Me creía fuego, adoraba el fuego, producía tal estado espiritual en mí, que ninguna otra actividad humana, juego o pasatiempo, lograba instalar en mi cerebro lo que una desatada llama conseguía. Llegué a creer que yo mismo era fuego, que con solo tocar algo, a alguien, estos podrían entrar en combustión entre vivíficas, sensuales y feraces llamaradas. Quizás todo se debiera a que desde casi bebé había sentido la necesidad del cariño de unos verdaderos padres en lugar de tener que compartir y luchar por las muestras de amor de mis dos hermanos mayores: Tuvieron que hacerse cargo de nosotros, los pequeños, después del accidente de nuestros padres. Tal vez, habría interiorizado que el calor y el crepitar de un buen fuego me arropaban hablándome con dulzura como nunca antes había experimentado. No lo sé, pero me realizaba y obtenía placer sumo cuando organizaba y llevaba a cabo grandes fuegos e incendios. Mis primeras complicaciones importantes las tuve a los quince. Hace seis meses, el último y definitivo problema, di fuego a un viejo almacén sin saber que sus dueños estaban realizando una inspección en su interior. Murieron. Mañana me aplicarán una inyección letal. Mamá te quiero.

27 Responses

  1. Jesús Alfonso Redondo Lavín

    No identifico el hecho real en el que te basas. Describes bien lo que debe sentir un pirómano. Demasiado bien. Aunque sé que lo último que has quemado es tu exceso de grasa, por cierto exitosamente para envidia de otros a los que nos parece tarea imposible, la próxima vez que te vea, ten por seguro que llevaré un extintor de mano en el bolsillo.
    Un abrazo Marcos, que llevo un blazer de amianto.

    1. Marcos (anónimo, por supuesto)

      Gracias Jesús por tu comentario. En realidad en ambos casos tengo que luchar de forma antitética contra impulsos naturales. Como persona real contra la costumbre de quemar grasa y como supuesto personaje pirómano contra el impulso de quemarlo todo. ¡No sabes el buen uso que haría de él si tuviera en mi poder un buen lanzallamas!

  2. María Elejoste

    La doración por el fuego y su adicción, sí dices bien eso de «el estado espiritual» al que le lleva. Yo también he buscado Huntsville y los hay en Alabama, Arkansas y Texas, y en todos ha habido incendios, asi que no se si se refiere a un hecho en concreto con víctimas reales o no. En cualquier caso se relata sin ningún tipo de arrepentimiento, típico de psicópatas. El final es emotivo asi como las reflexiones sobre la pérdida de los padres. Solo una cosa de estilo, hay frases muy largas con muchas comas que hacen lenta la lectura, prueba a leerlo con puntos, frases más cortas y ganaría mucho en agilidad y dureza tal y como haces al final…

    1. Marcos (anónimo, por supuesto)

      Gracias María por comentar mi relato. Te comento a ti y a Jesús del anterior comentario, que no es solamente un único hecho real, son muchas realidades en el Centro Penitenciario que tenemos a escasos 100 km de Houston.

  3. Anonymous

    Hay un abuso de las formas del pretérito imperfecto en «-ba». Y se recarga demasiado el final, con la pena de muerte y ese «mamá te quiero» que en realidad no viene a cuento…

    1. Marcos (anónimo, por supuesto)

      Gracias por tus útiles y sabios comentarios. Después de un aviso de JAMS sobre la excesiva extensión del relato, tus comentarios y los de María sobre mi estilo, he reducido algo el relato en una segunda versión procurando quede algo más acorde a vuestro gusto. Siempre he tenido problemas con mi redacción en español y siempre aprovecho ocasiones para mejorarlo. Siempre es utilísimo leer. Gracias. De corazón.

  4. La asistenta

    Los abajo firmantes, reunidos en Comisión de Expertos entre el que un nutrido grupo de psicopediatras, pedagógos y psisopsiquiatras nos encontramos , convocados en Sesión Extraordinaria ante el grave hecho que se avecina y constatando el irreparable error al que va a verse sometido
    el ciudadano de la celda 411 y vecino de Huntsville, haciendo honor a la trayectoria de este Estadocomo baluarte de la libertad individual y colectiva, concluye, tras un buen número de consideraciones varias, análisis grafológicos y demás inspecciones, que el muchacho no supone riesgo alguno para nuestra sociedad , por lo que requerimos su inmediata reincorporación a la misma. Sus aficiones nos hablan de un joven ordenado y amante de la vida y la naturaleza . En primer lugar, su impagable afición a la literatura nos muestra una lectura exhaustiva de las Obras Completas de un tal Stephen King, en las que en multitud de ocasiones encontramos párrafos primorosamente subrayados .Por otra parte, tras visionar su colección de videofilms, en su mayoría de un tal Tarantino, concluímos que los mismos no persiguen otra cosa que erradicar el mal de nuestras calles. No pasa desapercibida su afición a la Taxidermia , como forma de recrear un cuerpo en vida , así como a la clasificación de larvas y otros Anélidos, tarea a al que llevaba dedicando su tiempo los últimos meses. Ni qué decir tiene la lectura que
    se extrae tras la contemplación de sus acuarelas en las que repetidamente un sol fuego, de trazos valientes y decididos, iluminan atardeceres rojos, plenos de una ternura que nos habla del profundo amor al astro rey como figura del inagotable amor de una madre. Tampoco nos ha pasado desapercibida una pequeña colección de objetos encontrados bajo su almohada, en un discreto envase de hojalata , y al abrigo de las miradas ajenas, en el que guardaba lo que parecen ser mecedoras y bañeritas elaboradas a base de palillos y cajitas de antiguos fósforos , todas ellas a base de palillos en las que firmaba graciosamente,“Anthonyperkins”.
    Por todo ello y tras constatar que el conjunto de pruebas no nos muestran otra cosa que un alma inocente, los abajo firmantes concluí….fuego…..Fuego?…..FUE ¡!!!! ( al fondo alguien
    dice: Frinds, I love you.)

    Señor director : le dejo esta carta que he encontrado sin firmar en un despacho chamuscado que he tenido que limpiar esta noche , por si fuera de su interés . Uf! Y ahora me voy, que aún me queda por hacer la Sala de Ejecuciones…. que hoy ha habido tarea . Firmado: Nieves, la asistenta del S.L.N
    (Servicio de Limpiezas Nocturnas)

    1. Anónimo 411

      Menos mal que la diligente asistenta pasó al edificio de la Sala de Ejecuciones (algo más alejado del resto de los módulos, por aquello de mitigar con la distancia gritos y lloros)y acto seguido marchó a su casa, porque los incendios continuaron y todo el centro quedo reducido a cenizas. ¡El Sol, el sol, que le quedan cuatro mil millones de años más de incendiario!

  5. pues venga! yo también Anónimo, hala!

    Anónimo, chiquillo, si sigues la trayectoria de este autor, al que yo por lo menos no perdería de vista por iconoclasta, verás que utiliza las comas, los puntos y los pretéritos im- perfectos como Dios. Es decir, donde le da la gana.No lo conocía y me quedo con su nombre(é)

    1. Un anónimo sin ánima

      Gracias «pues venga! yo también Anónimo, hala!», no es para tanto. Siempre he querido redactar como Dios, pero como Dios manda.
      ¡Lo que ocurre es que hay tanto dios. . . !

    1. Anonymous

      Pero, ¿No nos podemos tomar en serio el juego de una santa vez? ¿No dejó escrito el de la Barca, o Aute, o Groucho, que “toda la vida es juego y los juegos, juegos son”? ¿O era el fuego, el luego, el ruego, el huego, el noruego? Se me pone una bruma delante de los ojos que me hace confundir las palabras. . . y hasta las personas. Placer: Marcos Santander Llona.

    1. Anónimo y sinónimo.

      Me place que te plazca. Me lace que te lazca. Me pace que te pazca. Me plac que te plazc. E incluso, todo lo contrario. Odo o ontrario. Tod l contrari, amigo Epífisis. Marcos Santander.

    2. Anonymous

      Aki, la enfermera del Nido del Cuco, tras trasladaros a la sala de electrochoks y tras convulsionaros os dejo descansar. Pax nomine pater vobiscum espiritu tuo. Amén.
      Sinónimademimismaydemicorazónaméntres.

  6. Yo como psicólogo no en ejercicio, por lo menos clínico… algo de natación si que hago… me pregunto, si no sería más adecuado que estos temas se trataran convenientemente en consulta, aunque sólo fuera para que dejarais en nuestras manos, si no vuestros problemas, sí vuestro pecunio. Que es un poco triste ver como la gente se deja timar por cuentistas que no tendrían cabida en este blog por negados y abrazafarolas. Digo yo, vamos. Por lo demás el relato muy chulo, especialmente la primera parte en la que describes la afección.

  7. Un tal Miguel

    Frase a frase me iba creyendo que hablabas de tu realidad, y oía tu voz ronca(te conozco) contándomelo. Al final, me has asustado. Me he creído tu relato. Es el mejor piropo que te puedo echar. Pirómano de pacotilla.

    1. Anonymous

      En realidad, un tal Miguel, no es la afonía mi problema, sino una disfonía traumática. Con anterioridad al episodio que me llevó a la inyección letal, que agradecí en grado sumo, intenté seguir los pasos de mis progenitores ante la presión, por un lado, de mi propensión al fuego, y por otro a la falta de cariño externo e interno que notaba, y que, progresivamente, me iba convirtiendo en un ser taciturno y oscuro, de actos irracionales de carácter automático que chocaban contra la que yo sentía naturaleza intrínseca y amable de mi propia esencia. Intenté colgarme y acabar con todo. La mala suerte propició que me encontraran antes de haber exhalado mi último aliento. Soy real, siempre lo he sido. Aquel episodio produjo en mis cuerdas vocales tal trauma que, a partir de aquel momento, mi voz se articulaba de manera disfónica y bitonal. Al menos, eso es lo que dijo la medicina. Yo creo que desde entonces también es mi mente y sus pensamientos los que se producen de manera “disfónica”, y si no bitonal, sí dual y, de alguna extraña manera, con matices esquizoides y contrapuestos. Gracias por tu comentario. Un tal Marcos

  8. Simplissimus

    Tu y yo sentimos la misma fascinación por el fuego. Yo SÍ te comprendo. En el fondo eras un buen chaval. Lástima que los psicólogos no llegasen a tiempo con el indulto . De todas formas no nos engañemos: realmente fue el autor el que te condenó. (A mí me hicieron algo parecido). Afectuosamente:
    Simplissimus

    1. El anónimo de siempre

      Estuve tan cerca del fuego que casi me quemé el alma. Allí no había ni sprinklers ni nada. Ahora, medio abrasado, espero temorosa y pacientemente la Navidad. ¡Cuídate de ante diem septimum Kalendas Ianuariis!

  9. Anonymous

    Creo que en tu relato hablas de tu vida de forma directa e indirecta. De la frustración en el vivir y experimentar sentimientos en las relaciones con los demás, no siempre bien entendidos. Y del arte y sus contraprestaciones de toda índole. Saludos.

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