OCT137. ESTRELLAS DE VERANO, de Mercedes C. Velázquez Manuel
De esta noche no pasaría. Estaba decidido. Seis sacos desgastados por el uso, ocho cañas cortadas del cañaveral y un papel de estraza usado.
La base de operaciones había quedado montada esa misma tarde, aprovechando la esquina de un ángulo recto que formaban los muros enjalbegados de la azotea.
Cuando los padres dormían, los dos hermanos se calzaron sus alpargatas de lona y caucho, y en la soledad de la noche y el silencio más pleno, treparon casi en cuclillas por la vieja escalera exterior de peldaños de tea que les llevaría a la choza prevista. Ambos soñaban en divisar desde allí un espectáculo fascinante. Agazapados bajo el observatorio, abrieron un pequeño boquete en la tela de uno de los raídos sacos e introdujeron por él, a modo de tubo, el cucurucho alargado y endeble de papel de estraza. Allí, impávidos y emocionados, orientaron el telescopio hacia el cielo. El panorama no podía ser más espectacular: una franja de luz alargada y difusa, como un haz blanco, se introdujo a través de aquel improvisado catalejo infantil.
Esa noche la Tierra se unió con el firmamento de este a oeste a través del esplendoroso panorama camino de las estrellas.
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Hola Mercedes!, este es un cuento en toda regla, con unos protagonistas infantiles que me arrancan una sonrisa al imaginarlos agazapados con su tubo en la mano. Son esas «emociones» y «aventuras» infantiles de las que mejores recuerdos tengo.
Tu prosa es muy cuidada y no has dejado frase sin apuntalar ni pulir oportunamente.
Me han gustado tus estrellas de verano y te deseo muchísima suerte.
Besos desde las estrellas.
Laura, yo estoy muy contenta también de verte por aquí. Sabes que fuiste la impulsora para que me decidiera. Y mira por donde he encontrado un lugar de aprendizaje, de mucho estímulo y lo que no me esperaba, una congregación de asiduos que van creando lazos de amistad y camaradería propiciada por las letras y la escritura. Parece una tontería, pero es que leyendo algunos comentarios, y no puedo tener acceso a todos por falta de tiempo, me da la sensación de una cierta tendencia hacia un crecimiento personal en pos de un mejor desarrollo. No sólo a nivel de expresión escrita, sino también a nivel interno. Y tal vez es lo que más me ha cautivado del sitio. Además de estar rodeado de naturaleza por doquier… Muchas gracias por tu comentario y haciendo «Camino», tal vez, uno pueda llegar hasta las estrellas…Espero que esta Vía Láctea dirija mis pasos. Un abrazo también para tí.
Tanci, querida estrella luminosa, no sabes lo que me vuelve a alegrar verte mirando al cielo.
Esta historia es preciosa preciosa.
Un abrazo, que las estrellas siempre estés para darnos su luz y su fuerza.
Virginia, tus palabras si que dejan luminosidad. Luz que llena y que se refleja en todo el firmamento. Gracias por esas palabras que me llegan hondo. Mucho. Mirar el cielo para intentar buscar una estrella cercana que no se ha ido de mi lado. Gracias por tus palabras, tan llenas. Te abrazo.
Una batalla no habría tenido mejor preparación ni estrategia.
Podrías trasladarlo a una de «indios y vaqueros» o «bélica».
Buena narradora, clara y con ritmo. Se ven las escenas tan claritas como las estrellas filtradas por el catalejo.
Suerte.
Hola Antonia, también me gustan los indios, los vaqueros y las películas bélicas (¡Uy «La Gran evasión»). Pero en este caso la idea fue tan pueril como la observación del Camino de Santiago, desde su observatorio infantil.Como la época en la que está situado el cuento es alrededor de los años sesenta, época por otra parte de carencias, toda imaginación era poca para hacer acopio de inventos y creatividades con pocos recursos. Lo demás, la alegría, la ilusión, la imaginación y el sentirse realizados en estas «estrategias» corren a cargo de las mentes infantiles;aceptando de buen agrado lo que había. Y no había para más.Es conocer a la infancia solamenteo. Antonia me gusta saber tu opinión y me dejo llevar por tu experiencia y por tu fino entendimiento. Me dejas un gran regalo con tus palabras.Te lo agradezco. Un abrazo y todo lo mejor para tí. (Lo de la suerte va incluído, of course)
También para ti Mercedes y gracias por tu valoración. Otro abrazo.
p.d. La imaginación es el gran regalo y el mejor juguete 🙂
Y no cabe duda que en este lugar existen juguetes y regalos de lujo. Un abrazo.
Encantan los relatos que pintan la naturaleza infantil en todo su universo creativo. Esos cuentos que parecen falsos de tanta poesía natural pero, está la certeza en este relato sólo los niños pueden atrapar el cielo en sus ojos y si quisieran, en un poco de arena, se reinventan el mar. Bien hecho.
Belkys, gracias muchas por comentar y por tus palabras cercanas a una infancia que juega a inventar y que se las ingenia para ser feliz. Con poco pero con plenitud. LLeno el corazón, limpia la mirada.Intensidad en los juegos. Un abrazo
Si, ya vi tu(s) comentario(s) y el de arriba también. El de arriba es el que viene directamente de las estrellas. Y si, a mi también me gustó como me quedó ese trocito de ventana vista hacia arriba. Una noche estrellada que alienta nuestro Camino. Un abrazo otra vez.
Tus estrellas de verano lucen con fuerza. La consistencia de tu historia y la forma de narrarla lo han conseguido. Un cuento grande.
Saludos
Paloma, contundencia y fuerza si que hay en tu comentario. Muchas gracias por acercarte y también por haberme leido. Grande es tu comentario para con mi cuento. Un abrazo y saludos también para tí.
Es bello este poema.Desde mi punto de vista estás consiguiendo un montón. No sé si entre tus sueños o en la vida real. O tal vez va a caballo entre la ensoñación y la naturaleza adquirida. Si, me gustan estas palabras tuyas. Un abrazo y lo mejor para tí.