Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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77. Revelación

Entre bambalinas, la Muerte curiosea.

Cuando la bailarina se mueve, hechiza el aire. De sus brazos nacen músicas inefables; de sus piernas, misterios lejanos; fuegos de rebeldía en los giros. El auditorio vanguardista aplaude estupefacto los felices años veinte y grita su nombre: Isadora Duncan.

Al bajar de las tablas, Cotton Club y diadema, Bugatti, charleston y lentejuela. En la herida del deseo, los amantes se turnan entre plumas de mujer fácil y despedidas de artista difícil. Vive de forma urgente como si sus huellas y saltos, mezclados con lunes de alcohol, se disiparan en el olvido. Se tornarán ceniza tras un accidente de automóvil. Su recuerdo tiene el tacto frágil de un calendario y enseña que es menos complicado ser artista que mujer.

La Muerte se contempla bella imitando los pasos de danza de Isadora. Pero se turba al escuchar al mismo tiempo extraños ecos que desconoce.

 

8 Responses

  1. Jesús Garabato Rodríguez

    Había oído citar a Isadora en alguna ocasión, pero nunca se me había ocurrido buscar datos sobre su vida o su obra; de hecho, creo que en mi mente se escondía la idea de que la Duncan era una actriz, no una bailarina. Gracias a tu sugestivo texto, me he animado a hacerlo… y menuda vida la de la dama (sean o no exageradas algunas de sus circunstancias). Cambiando de tema, Javier Ximens se queja de que los que comentamos habitualmente solemos pecar de demasiado buenistas (por decirlo de algun modo) y no señalamos los posibles «fallos» que creemos ver. Está claro que tiene razón, pero, para mí, tiene mucho mérito, independientemente de la «calidad», atreverse a mandar un texto que pueda ser leído por cualquiera, guste o no. Como he dicho en otras ocasiones, tampoco soy el más indicado para destacar fallos, pues desconozco muchas de las normas de todo tipo que habría que dominar para escribir. Aunque si fuera así, casi nadie osaría intentarlo.¡Tanto rollo por una coma!, dirás. Creo que en la frase «de sus piernas…», en lugar del verbo elidido hay que poner una coma. No se que opinarás tú sobre eso. Por si no ha quedado claro, me ha gustado tu relato. Suerte, Antonio Javier. Un abrazo.

    1. Antonio Javier Álvarez

      Gracias, Jesús, por tu comentario. Simplemente apuntaré que la coma implicaba otra serie de pausas en las oraciones colindantes que recargaban el inicio (se pueden «arañar» razones para suprimirla en la RAE). Sí me parece interesante el comentario que mencionas acerca del «buenismo». En fin, estoy con Xavier Ximens en la idea que expresas y entiendo que es mejor crecer desde la crítica honesta. También es verdad que, en muchas ocasiones, el «buenismo» es la mejor forma de ganarse voluntades y de asegurarse no ser criticado. Y que la crítica sigue, a veces, oscuras sendas que no interesan. No sé, en todo caso es un tema que tampoco debe preocupar demasiado, pues lo importante es aprender, divertirse y decir lo que uno quiere decir. Eso creo yo. Suerte y un abrazo.

  2. Gloria Arcos Lado

    Antonio Javier, yo sí que sabía quien era pero desconocía las circunstancias de su muerte. En tu micro he creído entender que la muerte, envidiosa, se la Ha llevado para intentar «asir» parte de su magia, de su arte. Pero no lo va a conseguir, Isadora Duncan sólo habrá una. Buen y original micro. Un saludo

    1. Antonio Javier Álvarez

      Gracias, Gloria, por tu comentario. Aunque tarde, he de decirte que me parece un personaje, el de Isadora, digno de una gran película y/o novela. Estoy de acuerdo en que los verdaderos artistas son únicos y ni siquiera la muerte puede hundirlos del todo. Un saludo y gracias de nuevo.

  3. Fabuloso texto, Antonio, que retrata la vida y la muerte de Isadora Duncan, como corresponde a tamaño personaje. Asistimos en tu historia a una danza entre la vida y la muerte en la que se ve bailar a los dos personajes. Lirismo, simbolismo y expresión se dan cita en tu texto para conformar una obra de arte: Me ha encantado.

    1. Antonio Javier Álvarez

      Muchas gracias, Manoli. Supongo que hay historias que nos unen y me alegra muchísimo que te haya gustado. Esa es la mejor satisfacción que se puede tener a la hora de escribir. Todos bailamos diferentes danzas. La Muerte también tiene su propia danza. Un abrazo y gracias de nuevo.

  4. Antonio Javier Álvarez

    Gracias, Calamanda. A veces, nos desvivimos por ser artistas cuando lo realmente difícil es ser persona. Gracias por todos tus comentario y un saludo.