OCT129. ESTRELLAS DE MAR, de Luisa Rodríguez García
Aún recuerdo la mañana que encontré tres estrellas de mar. Lloviznaba y había sido el primero en levantarme para aprovechar la marea baja. Antes de cerrar la puerta mamá me llamó desde su habitación, pero preferí no darme por enterado. La playa kilométrica me esperaba llena de tesoros.
Sin embargo, mi entusiasmo se fue desinflando de vuelta a casa, mientras arrastraba la bolsa con mis nuevas adquisiciones. De repente, empezó a preocuparme la discusión que había escuchado desde mi cama la noche anterior.
Encontré a papá arrojando paquetes dentro del coche. En cuanto me vio señaló mi bolsa y me ordenó que la tirase. Las vacaciones se habían terminado, y mamá tampoco parecía dispuesta a que me llevase nada que pudiese recordarlas. Estaba muy enfadada conmigo porque me había marchado sin avisar, así que de nada sirvió llorar, ni implorar, ni patalear.
Sólo pude salvar mis estrellas, que escondí debajo de la moqueta del maletero. Pero no me volví a acordar de ellas hasta el día siguiente, cuando papá vino quejándose de que el coche apestaba. Allí las dejé hasta que se secaron.
Original,sencillo y muylindo
Gracias. Me alegro de que te haya gustado. Y como es el primer relato que envío a este concurso y el primer cometario que recibo,mucho más!!
Luisa, muy sencillo tu relato pero a la ves bonito. La hora que lo estaba leyendo a la vez lo estaba viendo en mi imaginación. Quiere decir que tu relato transmite. Buen trabajo, un saludo, Sotirios.
Muchas gracias. Mi intención ha sido contar muchas cosas de una forma sencilla, empezando por unas vacaciones «ideales» para un niño y terminando con su pequeña venganza por sentirse impotente frente a unos padres que sólo tienen en cuenta sus propios problemas. Espero haberlo conseguido…
Luisa, bienvenida.Suerte.
Gracias!!
Me gusta, es rápido y refleja mucha ternura y esa vida tan distanciada del niño y del adulto. El valor de las pequeñas cosas, el apego por un instante emocional. Se ve que tienes muy presente esa infancia y que la sabes reflejar muy bien…
Muchas gracias por tu comentario.La infancia es un mundo al que siempre regresamos
La inocencia de los niños tiene que hacernos pensar en que las cosas mas dificiles se pueden lograr, si no que se lo pregunten a tu protagonista, que seguro al ver las estrellas secas le gustaron mas.
un saludo y suerte
Muchas gracias a las dos.
Como todos fuimos niños me imagino que más de una vez nos sentimos totalmente indefensos e impotentes ante decisiones que no entendíamos o nos parecían injustas. Y no me refiero sólo a las grandes cuestiones cómo una separación de los padres, sino a otras más pequeñas y cotidianas. Lo que para nosotros puede ser una tontería para un niño quizá sea lo más importante.