96. Hijos de un dios menor
Que la niña iba para artista lo supieron sus padres desde que escucharon su primer llanto, en el que siempre recordarían como el día más feliz de sus vidas. Con poco menos de tres quilos y medio metro escaso, un zumbido de moscas escapó de sus pulmones provocando en sus progenitores, el obstetra y la comadrona, una mezcla de admiración, terror y asombro. Cuando las primeras palabras afloraron a su boca, profesores de canto, logopedas y fonólogos se ocuparon de modular aquella salmodia que excedía a sus adentros. No tendría más de diez años cuando tanto esfuerzo había dado ya sus frutos, convirtiéndose en la atracción de cada evento familiar, en la comidilla del barrio. Según pasaban los años llegó a ejecutar con igual virtuosismo un aria de Rigoletto que una copla de la Piquer, unas bulerías de Camarón que los growling de Ian Gillan. Vecinos y familiares guardaban cola para escuchar sus canciones preferidas interpretadas de forma tan portentosa, para dedicar las baladas más románticas a la persona amada. Hasta que volvieron las moscas. Un runrún de moscas que desde la mirada de un chico que solo le hablaba con las manos, le robaron la voz y el corazón.
Misterioso y sugestivo tu relato. Y muy bien escrito. Y con imágenes muy atractivas y sensibles. Y con un título perfecto. Y poco más puedo decir. Solo, que me ha gustado mucho. Suerte y un saludo, Juancho.
Muchas gracias Jesús, has dicho muchas cosas y todas de las que gusta oír. Me alegro de que te haya gustado el relato. Abrazos!!!
Precioso, Juancho. Me ha encantado.
Mucha suerte.
Muchas gracias Rafa!!! Encantado de que te encante.
Un abrazo!!!
Hermoso relato, Juancho. Bello también el título, guiño a una película en la que una mujer enamoraba, hablando solamente con las manos…
Un abrazo con suerte, Lagartito 😉
Muchísimas gracias Nuria!!! Un beso grande!!!
Juancho, bien contada esta historia de superacion y esperanza. Suerte y saludos
Me alegro de que te guste Calamanda… muchísimas gracias!!! Besossss!!!
Hay muchas posibles interpretaciones y… no voy a apuntar ninguna, jejeje. Pero eso sí, me lo voy a leer de nuevo, un par de veces.
Gracias por la lectura, claro
Muchas gracias a ti Luisa por la lectura y por tu comentario. Un beso grande!!!