10. Los espíritus de los bosques
Cuando llegó a la aldea todos sus habitantes estaban muertos. El lugar se reducía a media docena de chozas situadas junto a un arroyo de aguas tan frías como cristalinas. El silencio sepulcral junto con el hedor a putrefacción lo invadía todo. Entró en una cabaña y una turba de insectos, gusanos y larvas evidenciaban el avanzado estado de descomposición de un cadáver. Del anciano curandero solo quedaban huesos sanguinolentos, jirones de carne y piel. La punta oscura del único dedo que quedaba evidenciaba que la muerte negra había sido la culpable.
De pronto vió como el castaño centenario se iluminaba, miles de chispas de fuego, como pequeñas luciérnagas, le daban un extraño resplandor .Al acercarse una niña cadáverica , subida a una rama empezó a hablar:
«Antes de que nadie enfermara yo ya había muerto, pero perduré junto a los espíritus de los niños sacrificados por los antiguos druidas . Aqui fue donde creamos el germen que extendió la plaga. Ellos destruían nuestro bosque,teníamos que exterminarlos. Al principio se enterraban a los muertos, hasta que ya no hubo nadie que pudiera hacerlo. Usted morirá pronto y entoces estaremos solos…….»
Y mientras un sudor frio le invadía la sien , la niña desapareció.
Encarna, ese enojo parece que lo vengan de forma contundente. Original propuesta. Suerte y saludos
Pues… ya no sé si me atreveré a salir esta tarde a por setas. No creo que la navaja y el cesto me sirvan de mucho si me encuentro en el soto con semejante niña angelical… 😉
Las historias de miedo con niños enfadados son las que más terror me infunden.
Normal en este caso ya que deben compesar la masacre que han sufrido.
Menos mal que ahora tiene un castaño protector, como brazo de la madre más amorosa, Madre Tierra.
¡FELIZ NAVIDAD Y FELIZ AÑO 2018!