OCT105. BOCA ABAJO, de Diego Sebastián Erice
Estás acostada en tu cama boca abajo y yo miro tu cuerpo desnudo, tumbado junto a ti. Coqueta, tierna, femenina, apartas con la mano el pelo de tu nuca, descubriendo tu cuello en espera de una caricia que sabes va a llegar. Acerco mi boca para besarte y descubro bajo tu oreja tres pequeños lunares que contrastan con la blancura de tu piel. Mis labios se mueven hacia ellos, los recorren despacio, con sensualidad, noto que te estremeces. Tres lunares que no conocía, tres lunares que son como tres estrellas en el firmamento de tu piel. Los bautizo con un susurro: “Deneb, Altair, Vega, el triángulo del verano”, y siento que sonríes. Luego mis dedos siguen recorriendo tu cuerpo, despacio, despacio, en busca de nuevas estrellas, de nuevas constelaciones, hasta llegar a perderse si tú quieres en el centro de tu galaxia.
Me ha parecido un texto evocador, muy de sensaciones, que está escrito con buen gusto.
¡Enhorabuena!
Un saludo y mucha suerte.
Precioso relato: sensual, sensorial, sugerente… Me ha encantado lo de las «tres estrellas en el firmamento de tu piel», imagen muy evocadora, como dice Amparo.
Felicidades y mucha suerte!!!
Un saludo
Marta T.
Un texto de un gusto exquisito. Da mucho «gusto» leer algo tan bien escrito.
Diego, las caricias en el cuello dan para mucho. Sobre todo si su piel está salpicada de lunares.
Muy bonito.
Abrazos.
El firmamento se vuelve sensual con tus palabras, Diego. Esas tres estrellas (guiño) dan para mucho y dan vida a la vida, trepidante y delicada.
Me encantó pero mucho.
Un buen abrazo.
Gracias Amparo, Marta, Isa, Inés, Virgi. Y especialmente a ti, Virgi, por haberme descubierto esta blog tan diverso y ameno. Besicos para vosotras.