OCT86. PALABRA DE HONOR, de Mònica Sempere Creus
Se atusó los restos del bigote, ajustó su eterna pajarita y disimuló la camisa mal zurcida bajo la vieja chaqueta de lana con dignidad. Enredado en sus propios pasos llegó tarde al taller de manualidades. Discutió con dos compañeros por los últimos trozos de cartulina plateada. Le llevó horas recortar tres estrellas con las tijeras escolares que temblaban sin remedio entre sus dedos arrugados. Perdió su orgullo y su estilográfica suplicando al celador una última visita. En la capilla del asilo se consumían las velas mientras prendía las estrellas en el pelo de su amada. Era un hombre de palabra. Se conocieron hacía un mes, en la cola de las pastillas azules. Justo ayer, le había prometido un paseo bajo las estrellas.
Me encantó la tierna historia,muy linda! suerte 🙂
Mónica, me alegra verte por aquí.
Me ha gustado este texto, esa historia de amor que supera el horizonte de la vida. He sentido la mano temblorosa del anciano. Mostrar sin decir. Suerte.
Qué buenísimas escenas, y con qué magia las cuentas. Me gusta muchísimo como deslizas la historia a través de los pequeños avances del personaje, fantástico.
Un abrazo.
Qué bien, verte aquí en ENTC. Ya verás, te vas a sentir como en tu casa, una «coca-cola».
Por cierto, en tu jaus ya te lo he comentado, Mónica. Pero vamos, que lo digo aquí también, que me encanta ese abuelo tan de verdad que te has traído.
Abrazos.
Brutal. Cuanta pesadumbre encerrada, y la muerte invitada silenciosa en un ámbito que le es propicio. Me gustó mucho.
Qué bien hilado está tu cuento. Una delicia.
Saludos
Precioso, tiernísimo a pesar de la tristeza.
Besos
La verdad Mónica es que eres una maestra narrando. Con pocas líneas consigues atmósferas, historias, y siempre con esa calidad y cualidad que tienes en tu prosa.
Pero, te confieso que al final me pierdo con la cola y no sé realmente quien es la amada de la capilla.
Pero en el fondo me da igual, porque creas imágenes muy hermosas y poéticas y tus estrellas me parecen muy imaginativas y brillantes, pese a todo.
Un beso y bienvenida al espacio de ENTC, que creo que no frecuentabas, y en el que al menos yo,(y no creo ser la única) te echaba de menos.
Mónica, me ha encantado esta historia de amor. Un personaje perfectamente dibujado.
Un abrazo.
Amparo Martínez Alonso
Me ha gustado muchísimo la complicidad de tus personajes, Mónica.
¡Suerte!
Belén
Hola Mónica,tu relato para mí está entre los 5 mejores de este mes ¿Por qué? Está estupendamente narrado, con ese ritmo ágil y atropellado que encaja perfectamente con las peripecias de ese anciano. No tiene fallos de redacción, al menos yo no se los veo. El retrato del anciano es brutal, con pocas pinceladas (y una adjetivación escasa pero precisa y certera)nos hacemos a la idea de cómo ha sido la vida de ese hombre, que seguramente ha pasado por momentos mejores y que ,pese a las circunstacias, intenta mantener ese aire de dignidad, como esas viejas casas señoriales en las que se puede apreciar su antiguo esplendor, a pesar de la decadencia de su fachada. La historia de amor es enternecedora, triste, sí, pero con un final que deja una sonrisa en el corazón, y que no se recrea en la tragedia sino que la atenúa con ese bello gesto: la satisfacción de esa promesa cumplida. Soy nueva en el blog y espero leer más relatos tuyos. Un beso y suerte. Estos abuelos tienen aún tantas cosas que enseñarnos…
Preciosa historia de amor en las manos temblorosas de un abuelo cuya esencia y personalidad has captado de maravilla.
Un abrazo desde mis palabras por este micro.
Laura.
Mónica, un placer verte por aquí. Me ha gustado mucho tu relato, una historia tierna, con un título que consigue la cuadratura del círculo. Felicidades.
Un abrazo,
Bonita historia de amor en abuelitos Mónica. Cuando se juega a caballeros no solo hay que paracerlo, además hay que ser galantes con las damas.
Enhorabuena.
Un saludo
Precioso. Me ha gustado mucho.