71. ILUSIONES
Se levantó en mitad de la noche, aprovechando que la pequeña dormía. Sacó, con cuidado de no hacer ruido, la muñeca y la colocó en el sillón que estaba en frente de la puerta, para que pudiera verla nada más entrar. Volvió a mirar la carta, un poco rota ya en los dobleces, y esbozó una sonrisa al ver la letra redonda y grande que ocupaba casi media cuartilla: “ Queridos Reyes Magos, como este año he sido muy buena…”. En la cocina colocó tres tazas para sus Majestades y un recipiente con agua para los camellos. Ilusionada, volvió a la cama. Le costó dormirse pensando en la cara de su niña cuando viera la muñeca.
Por la mañana temprano fue a la habitación: “María,hija, despierta, ya han pasado los Reyes, mira a ver qué te han traído, vamos arriba” María abrió los ojos, miro los de su madre, se abrazó a ella, le dio un beso enorme y fue al salón. Lo primero que vio al entrar fue la Nancy, su Nancy. La que conservaba desde hacía casi cuarenta años. Volvió a abrazarla como en aquellos Reyes del 78 y lloraron juntas; su madre de felicidad.
Dos personajes, madre e hija, unidas por la misma ilusión: la muñeca con la que jugó una niña hace cuarenta años y que vuelve a ser un objeto especial a pesar del tiempo. La actitud de ambas dice mucho de ellas, dos personas que no necesitan dejarse llevar por el consumismo o la novedad, felices con lo que tienen.
Un relato lleno de sencillez, sensibilidad y ternura.
Un abrazo, Sandra. Suerte
En realidad mi intención era tratar el tema del alzehimer, Ángel, pero en los micros a veces los finales son interpretables así que vale tu versión también, claro. Gracias!!???
P R E C I O S O
(con mayúsculas)
Muchísimas gracias J.Ignacio! ?
¡Qué fuerte!
Ya… Edita. ?
Uff, Sandra, ¡Qué estremecimiento he tenido con ese final! Fantástico relato.
Muchas gracias Rufino, me alegras!
🙂
Hola, Sandra:
Un relato inocente, tierno en principio, da un sesgo brutal con el cierre que nos cierra la garganta. Un espléndido texto. Mi muy más enhorabuena. A ver si con textos como el tuyo, se despiertan algunas conciencias, las del poder y les da por investigar tantísimas enfermedades. Las enfermedades raras no son tan pocas como su nombre nos haría pensar.
Un beso grande.
Si sirviera mi relato para despertar conciencias no podría tener mayor premio Martín, Ojalá!!
Muchas gracias por tu comentario y me alegra mucho que te haya gustado.
Besos!! 🙂
Qué hermoso Sandra, no podría decirte otra cosa. Hermoso y lleno de amor. Felicidades y suerte.
Besicos muchos.
Cómo me alegra que lo hayas visto así Nani. Gracias!!
Besos 🙂
Hola, Sandra, un placer leer un relato tan tierno y triste a la vez. Qué penita saber que tu hija «no crece» y sigue siendo una niña aunque con 40 años. Me acuerdo de la Nancy nada que ver con la que la sustituyó. A mi personalmente la espigada y perfecta Barbie, no me gustaba nada, evité el mayor tiempo que pude para que nadie se la regalara a mi hija…
Un beso grande.
Rosy a mí tampoco me gustó mucho Barbie jeje! vale pues me alegro mucho de que te haya gustado mi relato, es muy triste pero son realidades que están ahí…
Te deso un felicísimo 2018! Gracias y Besinoss!!
🙂
Me ha emocionado un montón.
Ese lloraron juntas….
¡FELIZ AÑO 2018!
Pues me alegra que te haya emocionado Isabel. Muchísimas gracias por compartirlo en un comentario.
Besosss y Feliz 2018!!
🙂