OCT80. CELOS DE LUNA, de Calamanda Nevado
Tres estrellas sembraban su luz dorada y esplendorosa, sobre las capas rojizas de Marte; abrillantando sus estelas azafranadas.
La luna, plata nacarada, resentida y prendada; soñaba para sí la seda bermeja de los casquetes polares, irradiados, y la fuerza de su nombre. “Dios de la guerra”.
Ejercían tal fascinación sobre ella los brillos y múltiples fulgores, del planeta rojo, que obsesionada deseaba, como su abrazo, sus espirales y ondulaciones.
Palpitaba, cada noche, en los ventanales del universo; observando su ritmo circular, rosado y envolvente. Lo envidiaba. Era la… ¡súper estrella! Obraba más prodigios de fulgor y brillantez sobre los oscuros caminos del infinito, que ella. Febril, se equivocaba; intentando accidentar sus “arándanos marcianos”, iluminados de umbría. Creía que, poco a poco, conseguiría sus giros de titán color de sangre; y decidida, probó sin éxito, llamar su atención con lluvias de micrometeoritos sobre su dióxido de carbono, hielos permanentes, estériles ascuas, ráfagas luminosas sin resplandor, luz cenital, confines alejando sus cobrizos, imanes centelleantes y rayos afilados para, erosionar el arrebol de su esfera.
Así, década tras década…continuo, y continuo su acoso al llamativo refulgir de los estratos rosados. Hasta que desde la tierra, alertados, un amanecer aterrizaron, en ella, tres exploradores…
Calamanda, tu luna es mucha luna. suerte.
Gracias Ángeles. Un saludo.
Calamanda, esa luna celosa, febril, palpitante…, me ha gustado mucho.
Besos!!
Inés, el poder de la luna, también, pulula por este rincón. Besos, gracias y suerte.
¿Mas enamorada que celosa estaba la luna? no sé,no sabría decirte Calamanda. suerte.
La Luna celosa de Marte sin saber que en la Tierra los hombres suspiraban por ella.
Bonito homenaje a los tres exploradores/astronautas Neil Armstrong, Michael Collins y Edwin Aldrin.
Calamanda, me ha gustado tu relato.Suerte.
Ginette, me ha gustado tu reconocimiento. Gracias y suerte.
Ana, la luna es misteriosa para todos. Incluidos los que, posiblemente, la visitaron. Ahí, entre dudas, caminamos todos. Cada vez, parece ser, toma más forma la visita de los americanos. El tiempo lo irá diciendo. Gracias por tu tiempo y opiniones. Un beso.
Ana, es un pacer repetirte mi saludo. Gracias y suerte.
Calamanda me ha gustado mucho tu relato.
Cuanta fuerza desprende!
Sin duda has hecho tuyo el tema de las tres estrellas.
Mi enhorabuena y mis deseos de suerte para este mes.
Saludos
José Ángel, tres estrellas alumbran el infinito y, en nuestro caso, la tierra. Eso, ayuda bastante. Gracias y suerte para ti. Saludos.
Precisamente hace pocas semanas que murió Neil Armstrong. Atinada tu ocurrencia que sintetiza hecho histórico y delicada hipótesis, casi en homenaje. En cuanto a mi, que una de mis filias es Selene, alabo la pintura que has hecho de un cuadrante del Cosmos. ¡Que haya, pues, mucha fortuna en tu literatura orbital! Desde mi satélite…Juan Pérez.
Juan, alabo tu comentario y te lo agradezco.
Tres estrellas llenas de luz, y una luna celosa… buen cóctel y buen relato.
Saludos
Gracias Paloma.