OCT67. LA NOTA, de Verónica Martín
Señorita Maricarme, no pude estudiar para este examen de cono. Ayer mi madre estaba triste y cuando ella está triste se le escapan las fuerzas, se queda sin palabras y sus ojos sólo miran al suelo. Entonces yo la cuido. Por eso, ayer nos pasamos la tarde viendo fotos, porque ella dice que es como acariciar a los que ya no están. Por eso no me sé los nombres de los planetas, pero como se trata del espacio, si sirve, yo le puedo decir el nombre de las tres estrellas que veo cada noche desde mi balcón: una es mi abuela y se llama Matilde, la otra es mi tía y se llama Carmela y la más grande, la que billa más, es mi papá y se llama Tomás.
No se preocupe si me suspende. Cuando tenga tiempo yo me aprendo los nombres de todos los planetas.
Hermoso!!! Hay cosas que merecen prioridad, cómo por ejemplo acompañar a los seres amados cuando están tristes.
Emotivo y tierno.
Un beso.
Un relato muy tierno, Veronica.
Un saludo.
Precioso, tierno y triste.
Un beso