OCT65. SUEÑOS POSTERGADOS, de Kalton Bruhl
Ella aguarda, mientras contempla la luna que levita triste sobre la superficie del agua, derramando gotas de luz gris, luz que es imposible olvidar, que es imposible no amar.
Ella anhela, junto a ese mar oscuro, tan lleno de malos recuerdos, que ya no tiene cabida para los reflejos de las estrellas; tan lleno de sueños postergados, que el rumor de sus olas, se asemeja al sonido de un adiós.
Ella llora, mientras él se detiene a su lado e intenta consolarla acariciándole el cabello. Se acerca a su oído y le dice quedamente que ya no está sola.
Ella calla y sonríe, a pesar de que quisiera responderle, que no basta con saberlo para alejar la soledad.
Excelente relato.
Uno puede estar rodeado de gente y aún así sentirse solo.
Un abrazo.
Para un desconsuelo tan sentido no existe ningún remedio inmediato. Solo el tiempo podrá acariciar esos cabellos cuando cambien los vientos, solo entonces.
Un abrazo.
Una historia intimista y triste, escrita con sentimiento. Ha sido un placer leerte.
Saludos
Paloma Hidalgo