OCT48a. EL SABIO Y LOS CABALLEROS DE LAS ESTRELLAS, de María Elejoste
Año del señor de 1191. El caballero templario Robert de Sablé espolea a su montura bajo el ardiente sol de Palestina. El casco le abrasa, el sudor de su frente resbala por su sien mezclándose con el polvo del camino y la rabia en su alma. Ha fracasado en su misión con los otros emisarios: la guerra es inminente. A lo lejos divisa unas pequeñas casas de adobe y un pozo. Allí, un anciano le tiende un cuenco de refrescante agua que alivia al cruzado.
–Señor, sus amigos ya han pasado por aquí–indica el viejo.
-¿Amigos?- Se extraña el jinete.
-Los otros caballeros de las estrellas– añade señalando la cruz de malta del uniforme militar.
El monje-soldado, hace una mueca de desagrado –sus estrellas son distintas, muy distintas…- La media luna y la estrella de Karakush, el enviado de Saladino, y la estrella de David del hebreo Ben Yehuda, en nada se parecen al símbolo de la cruz cristiana y al emblema de su Rey, Ricardo I, llamado Corazón de León.
El anciano se encoge de hombros :
-Como las estrellas del cielo: todas distintas, todas luminosas, todas bajo el mismo y único cielo.
Si todas bajo el mismo y único cielo y por algunos algunos lustros sobre Toledo.
Tienes madera de Toti. ¿Conoces el Blog Hislibris?. Piden más de mil palabras. Si amplías esta instantánea que has descrito puedes dejarnos una buena historia.
Besos.
Suscribo estas palabras, soy una enamorada de Toti Martínez de Lecea. El otro lunes la escuché durante una hora y media hablar de mitología … ¡una show-woman que sólo necesita «la palabra»!.
Que sí María, que te lo dice una adicta a Toti ¡hay madera!.
Acabo de leer el concurso Hislibris y daré una vueltecilla a uno de «mis incunables históricos e inéditos». Me parece un buen espacio. Gracias por hacerlo público.
Un beso para la ganadora en «discapacitados», y otro para Jesús.
Ay María!, y que tu texto me encanta ¡felicidades!.
Hola de nuevo Laura (acabo de estar en «la plata para MEL»). A mí también me gusta mucho Toti, hace unos meses leí «La universal», y ahora se lo acaba de leer mi niña la mayor para el cole. Bueno estoy pendiente de que el guardian de hislibris verifique noseque para subir mi relato… ya sabes que tienes hasta el 31 , ah y si te das una vuelta por su foro verás que no se parece en nada a este entrañable ENTC, algunos comentarios y críticas son bastante crueles. Bueno a ver si te encuentro este mes hija mia… por cierto ya conseguite la peli de «un cuento chino»??
Madera de Toti ??? ¿Toti Martinez de Lezea? No apuntas alto ni nada Jesús. La verdad es que hace siglos que no escribía nada «historico» + inventada propia + moraleja….
Echaré un ojo a ese blog, gracias, y sí yo tengo problemas paera acortar las historias, pero para alargarlas noo.
Más besos y gracias por leer.
Sin Palabras. Sólo con decirte la pasión que siento por lo que describes y que mi lema sigue siendo…»Dominus Mihi custos et ego disperdam inimicus meos» [es el lema Templario : Señor, vela por mí y yo disperso a mis enemigos] ¡¡Que tengas Buena Cruzada en Octubre…vuelves a merecer Alabanzas. Juan Pérez. ¡¡¡ Sí !!!
Espectacular relato, por un momento me he trasladado a la época de las Cruzadas. La última frase me ha encantado: «Como las estrellas del cielo: todas distintas, todas luminosas, todas bajo el mismo y único cielo». Parece que más de 800 años después hace falta que venga el anciando de tu relato y repita esta frase….
Enhorabuena María…. (no te deseo suerte, porque no la vas a necesitar)
Un abrazo
tiene razón Jesús Alfonso tu relato se merecía mas amplitud…
es una introducción muy bella y interesante para una novela histórica…
María, me has atrapado en la segunda frase. Los Templarios me fascinan, sus símbolos, su manejo de la energía…
He visitado viejas iglesias llenas de magia, como Eunate.
Los templarios dan lugar a las más fascinantes hipótesis.
Mi enhorabuena.
Muxu bat!!
Me ha encantado el relato, que me ha parecido muy cinematográfico. Sí, creo que merecería un desarrollo mayor. Si lo haces, avisa para que podamos leerlo. ¡Enhorabuena!
¡Hay María!, vuecencia trastoca mis sentidos y otorga a mi alma esa sed y la fatiga del templario y caballero, y lo llenas con palabras que has grabado con el fuego de una estrellla.
¡Oh Miladi!, os supongo tras las puertas de los magos y añoro más legajos de ese tono y también, si es menester, más moralejas…
¡Mi enhorabuena, has ganado en buena lid cada batalla!!
Abrazo, Lines.
María, toda la vida tengo una fascinación por los templarios y sus secretos. Leyendo tu relato se me puso el pelo de punta. Estoy de acuerdo con Nicolás la ultima frase es tan buena que hace el relato súper bueno. Enhorabuena por tu fantástico relato, Sotirios.
Maria, nos trasportas al cine, con imçagenes muy claras.Suerte. Un beso.
Los ancianos siempre los más sabios. La última frase, lapidaria y preciosa. Pienso que la actual sociedad es el resultado evolutivo (Darwin) de guerras, dolor y enfrentamientos fraternales. Y se sigue repitiendo el mismo patrón de divide y vencerás. No hemos aprendido nada bien la lección de historia.
María, todas las estrellas caben en el mismo cielo, como dice tu anciano.
Un abrazo.
Los Templarios llegaron a ser tan poderosos que eso molestó a algunos y fueron a por ellos.
¡Qué casualidad! mi historia del mes que viene también se desarrolla en La Edad Media con otros perseguidos…¡uy! estoy hablando de más.
Un abrazo María y suerte.
Me gusta, María. Bonito y crítico. Muy sabio el anciano (cómo no). Sin duda, podrías continuarlo, pero creo que también ha quedado bien así. Enhorabuena de tu compañero del Folio en Blanco 😉 Un beso.
Enhorabuena, Maria, por este relato tan correctamente ambientado. Me encantan los micros q no se limitan a describir, q proponen una historia, como el tuyo. La sabiduria final casi podria ser sufi, es un mensaje poderoso, de los que te dejan pensando.
Como pequeño consejo, y esto no es mio, sino de Millas, me cuidaria un poco con el adjetivado: «un adjetivo que no suma, resta»
= No hace falta que digas «sol ardiente», el lector se lo imagina perfectamente, pq es lo q espera del sol. Otra cosa seria si hablases del sol invernal en Laponia… 😉
Un abrazo y suerte
NACHO RUBIO
Maria, me he transportado a Palestina siguiendo a tu caballero Templario. Muy buenas tus descripciones, lo he visualizado perfectamente como si fuera una pelicula. Tienes madera de novelista histórica.
Solo una pega: Me quedo con ganas de mas.
Que tengas suerte, un saludo.
La época que has escogido para tu relato, y la temática está claro que son atractivas, pero tu crónica está a la altura y además aporta una reflexión interesante que seguramente siga sin cuajar los próximos 2000 años
María… ahora he encontrado tu relato… no me había dado cuenta de que ya lo tenías colgado en la web (con tanto cuento, no doy abasto… perdónnnn!!!).
Muy bien ambientado, perfectamente documentado históricamente (estudié Historia), lo que le da un plus más a la verosimilitud del cuento… nos sitúas en un momento histórico que se palpa perfectamente.
Zorionak por este relato y por tu reciente galardón!!!!
Muxu handi bat
Marta
Merecido premio.¡Enhorabuena!
Precioso relato María.
Enhorabuena por el premio.
Besicos muchos.
¡Cómo me había perdido este relato! No lo había leído entonces y me alegra muchísimo que también se publique en el libro. Merecido premio, María. Es un relato perfecto.
Abrazos.