28. ESTA NOCHE NO DUERMO (Edita)
Hace varias noches que sueño con la misma historia absurda: me encuentro ante una larga barra de cafetería atestada de personas grises, anodinas, sin rostros significativos. Un arlequín destaca entre ellas, pegado a mí, siempre rozando ligeramente mi brazo izquierdo; mira indiferente hacia el otro lado, impidiéndome ver su cara, que imagino pintada de payaso. Desprende un aroma intenso; me resulta familiar, pero no logro identificarlo. La sensación frustrante de no poder reconocerlo o mirarlo a los ojos me incomoda sobremanera, e intento llamar su atención haciendo ruido con mi taza de café. Justo en ese momento, me despierto, desasosegada. Tardo horas en poder olvidar la imagen, potente, aunque en blanco y negro. No me apetece contárselo a nadie, ni al marido.
Hoy, junto a mi pijama bajo la almohada, un traje de rombos con gorro a juego, que nunca antes había visto en casa, ha conseguido quitarme la respiración. Y el sueño.
Muy inquietante. Me ha enganchado desde la primera hasta la última letra. Suerte, Edita.
Esa era mi maligna intención: inquietar. 😀 Muchas gracias.
Un final inquietante e inesperado -edita. Felicidades y suerte.
Besicos muchos.
Como acabo de decirle a Belén, mi intención era inquietar, y me encanta que eso ocurra. Muchas gracias.
¡Qué bueno, Edita! Tal como te han dicho, engancha con las primeras líneas (y mantiene la expectativa hasta el final) y eso no es algo que pase a menudo. Te felicito, has sacado jugo a la imagen.
Feliz año y un gran abrazo.
¡Qué bien! Muchas gracias.
El sueño que parece convertirse en pesadilla al traspasar esa barrera entre la alucinación nocturna y la vigilia. Qué canguelo. Me ha gustado tu historia, Edita. Besos y suerte.
Y a mí me ha gustado tu canguelo. 🙂 Muchas gracias.
Hola, Edita.
Juegas muy bien con el título, con la fidelidad a la fotografía y con el final tan sorprendente. Realismo mágico de primera fila el tuyo. O la gran paradoja: la magia de los sueños que quita el sueño luego.
Un beso y feliz todo para ti siempre.
Qué artistada de comentario. Muchas gracias.
El relato es un acierto pero tanto o más lo es el título, pues aparte de ser un homenaje a la página, refleja el futuro inmediato de tu protagonista, dejando abierto si esa noche en vela será motivada por el terror o por el placer, por un individuo inquietante o por su propio marido, que ha adoptado un curioso fetichismo.
Un abrazo y suerte, Edita
Me encanta el comentario, especialmente lo que dices del título. Muchas gracias.
Qué emocionante tu apuesta, con ese final tan abierto, en el que yo quiero imaginarme, que lo que sueña no lo hace dormida, o que su marido se ha olido que necesita experiencias nuevas… 😉 eso sí, para cuándo la segunda parte?
Un abrazo, Edita, y ¡suerte!
😀 La segunda parte ya empiezo a perfilarla con ideas estupendas de comentarios como el tuyo. Muchas gracias.
Edita, coincido con el comentario de Angel. Suerte y feliz año
Muchas gracias por dedicarme tu tiempo.
Y yo creo que tampoco duermo esta noche… ¡Me dejaste temblando, EDITA!
Muy bueno; me gustó más que mucho.
Un beso grande,
MAB
Oooooh, más que mucho… Muchas gracias.
El tema está en que uno no sabe si ese sueño, que en realidad es pesadilla, se ha convertido en pura obsesión y todo está en la cabeza de ella, o es que se ha hecho real. Claro que eso lo tiene que resolver el lector. O… igual no, jeje. Tú desde luego conservas el misterio, que es de lo que se trata. Y como me dijiste tú misma una vez, más no se puede. 😉
¡Qué bien! Muchas gracias.
Un relato muy inquietante, no sabemos si es una pesadilla o realidad.
Besos.
Muchas gracias por pasar po aquí.
Hola, Edita. Un sueño premonitorio que se anticipa a una miedosa y palpable realidad. Muy bien narrado. Me ha gustado mucho.
Besitos y suerte, guapa.
Me ha encantado el comentario. Muchas gracias.
Hola, Edita. En tu relato se combina ficción y realidad creando un clima de cierta inquietud que le aporta fuerza e interés. Felicidades y buen año 2018.
Nuy amable. Muchas gracias.
La realidad es un sueño o el sueño es una realidad, una paradoja que inquieta y sobrecoge. Abrazos y suerte, Edita.
¡Qué bien escribes! Muchas gracias
Edita… qué buen relato! Desde el título hasta el final inquietante, que se va mascando según se va leyendo.
Me ha mantenido en vilo toda la lectura, así que mi enhorabuena para ti!
Te deseo mucha suerte y te mando un abrazo
Marta
¡Cómo me gusta lo que me dices! Muchas gracias.
Pues lo entiendo, tras ese descubrimiento no vuelvo a dormir en años. Como sea el marido ¡menuda bromita!
Estupendo relato Edita, suerte y saludos.
Estupendo comentario, Maribel. Muchas gracias.