OCT32. CONDENADO, de Begoña Heredia
Con un fuerte golpe de maza. el juez dio por terminado el juicio. Ahora, el acusado debería esperar la sentencia. Durante esos días de incertidumbre, él, anduvo por las nubes y cuando se daba cuenta de lo que estaba sucediendo imaginaba que le declararían culpable y le pondrían una condena con la intención de hacerle más sensato, y que bajara a la tierra. Y así fue. Le expulsaron de su casa y tuvo que arreglársela solo en su nuevo destino. Una vez allí, lo primero que debía hacer era encontrar un banco para cambiar las últimas tres monedas que le quedaban.
Anduvo varias horas entre las calles de su nuevo hogar y le fue imposible encontrar un banco como el que necesitaba. Comenzó a impacientarse y pensó que en esa desesperación también estaba la penitencia. Y todo por una gamberrada angelical. ¿Cómo encontraría el un banco de buenas acciones donde cambiar sus tres estrellas? ¿Por qué se le ocurriría cortarle las alas a Gabriel para ver si le crecían de nuevo? El no sabía nada de los hombres. Pobre ángel, vivir en la tierra no iba a serle nada fácil.
Ah, me encantan los ángeles como seres mitológicos. Yo también he escrito algún cuento sobre ellos.
Un relato estupendo y un ángel atolondrado, tan humano, aunque no sepa nada de hombres.
Bueno a mi tambien me encanta la figura de los angeles, en mi caso de los angeles adultos más que esos angelies o amorcillos con cara de niño.
Muchas gracias por el comentario Paloma y me alegro de que te guste el relato
Begoña, no puedo imaginarme a Gabriel sin alas… ¡Con lo que me gustan los arcángeles!
Muy original, besos!
Supongo que tampoco el se hubiera imaginado sin alas.
Gracias por el comentario y tambien besos para ti.
¡Qué suerte encontrarte! Me ha gustado este registro fantástico que has usado, Begoña. Tres estrellas-monedas, un ángel desterrado a la tierra. Muy bueno ese juego con doble sentido: «hacerle más sensato, y que bajara a la tierra»: sorprende, luego, descubrir que es literal.
Tierno y gamberrete: una buena mezcla para un relato.
Un beso muy grande, Bego.
Pues si lo de la ternura creo que debe ser ya mi sello, pero en esta ocasión un poco de humor, sólo un poco no estaba mal.
Gracias Amparo,
Es muy original, y da un poco de pena ese ángel perdido, aunque lleve cosas tan preciosas como esas tres estrellas.
Y una cosa ¿vuelven a crecer las alas celestiales?
Un abrazo.
Pues no lo se Antonia, no se si les crecen o no, habrá que esperar digo yo a ver si es asi, ahora ¿ Cuanto tiempo habrá que esperar? Jajaja
Gracias Anatonia por leerme y encima comentar
Menos mal que el Arcángel Gabriel tiene una paciencia eterna…
Me gusta el relato, yo te daría tres monedas oriundas y el brillante Paraíso.
Ala, suerte.
Lines
Pues ala, (esta vez sin cortar) muchas gracias Lines.
Malo e inexperto abogado defensor tuvo nuestro amigo. De todos es sabido que la sal eleva la tensión arterial y él solo pretendía desalarlo, por su bien. ¿No es así, Begoña?
Fue una alegría volverte a ver.
Hola Jesús. Si debia ser muy malo el abogado, jajaja, muy bueno tu comentario referente a la tensión-
Para mi encontrarte por sorpresa este sabado tambien lo fue.Un fuerte abrazo.
Por fin llego a tí Begoña y me encanta tu relato, pero al gachó ese se le veía el plumero y cortó las alas para hacerse una boa de las de Lina Morgan.
Cuando llegue a la tierra se va a enterar de lo que vale una penna scriptoria, arrancada de cuajo.
Un beso
Jajaja no lo habia pensado, pero creo que los angeles no tienen sexo o si, no se,lo tienen o no, no entraré en discusiones bizantinas.
Un abrazo Epi, me encanta que te encante.
Por si te he confundido, la penna scriptoria es la pluma de oca con la que se escribía.
Yo no hablo de vulgaridades casi nunca.
Un beso
Si, si, eso estaba claro si yo lo decia por el look boa tipo lina Morgan
Jo Begoña, pero que bueno con doble sentido de principio a fín, totalmente engañada me tenías… buenas acciones de hechos y de las de bancos, andar por las nubes en literal, las estrellas como monedas… simplemente magistral. Pobrecito ángel da pena sí, que seguro que al Arcangel le vuelven a crecer las alas, y si no nque le lleve un RedBull. Una cosilla, la primera frase, entre maza y juez, coma mejor que punto no?. Un besazo y un placer volver a leerte, angelilla diablilla.
Si, si , Maria , es cierto tienes razón, fue un fallo del teclado lo del punto, bueno del teclado y de mis dedos. Muchas gracias por tu comentario, veo que pillas los dobles sentidos al vuelo y sin alas.
Un abrazo
Begoña, me gusta tu idea bastante. Pero con el segundo párrafo (excelente) y algo más corto el primero el relato habría quedado perfecto, no hay por qué alargar cuando no hace falta, aunque dispongamos de 200 palabras.
Un abrazo.
A mí también me gusta los ángeles,¿a quién no?. Pero éste es más bien un ángel malo es decir un demonio, y aquí en la Tierra pronto se va a encontrar con otros como él, abundan…
¡Esto es in infiernooo!…
Un abrazo y suerte
Qué buen final, Begoña, me sorprendió. Y entonces, en la relectura, encaja todo.
Un abrazo.
Que bonito, un ángel travieso que se queda a vivir entre nosotros! Me ha gustado llegar al final con esa sorpresa.
Besicos muchos.