OCT30. CIEGOS, SORDOS Y FUGACES, de Gustavo Gareiz
El primero se negó ver a su estrella, porque temía a que cayera del cielo. El segundo pidió su deseo, pero no quiso escucharse. El último, aunque sabio, habló demasiado tarde: “Las estrellas son eternas; nosotros somos los fugaces”.
Blog = lagarza
La frase final resume sabiduría.
Muy bueno.
Un entretenimiento Zen chispeante y apropiado. Y con la extensión adecuada, ya que a veces con las calistenias orientales, si se alargan demasiado, la «toma de tierra» se extravía. Arrivederci, de Juan Pérez.
A pesar de ser un micro corto, es denso de verdad. Enhorabuena.
Un abrazo
Amiga Ana: Qué bueno encontrarnos en este estrellado espacio. Gracias por la «envidia», que como siempre resulta halagüeña. ¿Cuán tarde vamos tras los deseos? Es lo que me quería preguntar.
Gustavo, esta vez fue un relato muy corto, pero con mucho asierto…… Un beso. Una admiradora.
Bonita, concisa y acertadísima comparación con las estrellas. Enigmático eso de «habló demasiado tarde».
Añadiré que además algunos aunque brillen en realidad murieron hace mucho. Buen micro, profundo diría yo.
Simplemente muy bueno,.. Suerte. Saludos Nancy