50. Ultimas voluntades (Rufino García)
Me encanta cuidar ancianos, pero Charlie fue el último. Llegué a pasarme horas y horas escuchando sus asombrosas historias. Solo había un tema tabú, su familia. Nunca hablaba de ella.
Fuimos juntos a urgencias por un dolor repentino y acabó ingresado. Estaba con él cuando le dieron la noticia: “función renal paralizada”. No se podía hacer nada, era cuestión de horas. Charlie, visiblemente afectado, se acercó, me dio la mano, las gracias y una llave. “Eres la única persona en quien puedo confiar”, me dijo, “localiza a Robert, mi hijo, dale todo lo que hay en la caja fuerte y dile que me perdone. Ahora vete, quiero morir solo”. Falleció ocho horas después.
En la caja fuerte había una foto de un payaso en un bar. En el reverso tenía escrito, Reno 1963, un nombre y una dirección. Había un recorte de periódico. Mi escaso inglés me sirvió para entender que se trataba de un gran robo de diamantes realizado por alguien disfrazado de payaso. El resto de la caja estaba llena de saquitos con diamantes.
-“Disculpe señor, el jet está listo. Podemos despegar cuando usted desee”
La verdad, es que estoy teniendo enormes dificultades para encontrar a su hijo.
Cómo puede cambiar a una persona unos saquitos de cristalitos!! Suerte.
Besicos muchos.
Ya lo dijo Campoamor…»Todo es según el color del cristal con que se mira» 🙂 Gracias por tus deseos, Nani. Más besicos.
Genial el giro que le das a la historia, como genial la frase con la que la cierras. A mí no me parece mal que se quede con el botín, ¿no ha sido él quien lo ha cuidado hasta su muerte?, pues eso.
Mucha Suerte con este estupendo micro.
Un saludo, Rufino.
Gracias por tus ‘geniales’ palabras y deseos, Rosy. Me encanta que te haya gustado. Un saludo.
Muy bueno. Me ha gustado tu historia de diamantes con o sin desayuno. Éxito y felicidad para ti.
Muchas gracias Mercedes. ¿Quién sabe si la joyería fue Tiffany’s? 🙂 🙂 Éxito y felicidad también para ti.
Jajaja. Muy bueno, Rufino.
Me encanta esa vuelta de tuerca final (de escenario, de atmósfera, de ritmo, de tono)
Mucha suerte!
Caray Amparo, muchísimas gracias. Mientras el tornillo aguante, me gustan las vueltas de tuerca. Un abrazo.
Ya, enormes dificultades, sí, sí, y voy yo y me lo creo… 😀
Rufino, cuanta ironia en ese final tan bueno. Suerte y saludos
Desayuno, ademas con diamantes!!
Mucha suerte, Rufino. Gran relato.
Besos.