61. Diver<>gente (Mel)
No quiero volver al mundo de los muertos. Nunca. Aunque eso suponga que nadie aprecie mi sonrisa ni entiendan que un rombo es un cuadrado bailarín, no algo prohibido. No quiero estar siempre quieto, anclado a un trabajo gris y a la moda en blanco y negro. Quiero ser el arlequín que esconde mi corazón. Nunca más ser el borrego que come pavo cuando toca dar gracias, a Dios o al diablo, ni beber Coca Cola, la droga que nos pega al sueño americano. Es que no quiero ser de aquí ni de allí, quiero ser yo, y mirarle a la cámara de la vida de frente, saboreando lo que me ofrezca cada mañana y sabiendo que mi piel y mi alma tienen colores, aunque muchos me vean en negativo. Sé que hay más como yo y sé que esto es estar vivo.
Hola, María- Mel.
Me ha impactado positivamente tu texto. Tiene un no sé qué que qué sé yo que me subyuga. O sí que lo sé. Es un texto que me atrevería a tildar de filosófico (por el asombro que provoca y las reflexiones que demanda), de reivindicación extrema del yo en el buen sentido. Estar vivo, más que un derecho, es un privilegio que hay que saber gestionar. Enfocar. Qué bonito todo lo que aduce el presunto payaso. Me traes el «Nada de ti, nada de mí, una brisa sin aire soy yo, nada de nadie». De CECILIA. Tu texto es poético, qué narices. Y solidario. Es solo él pero abierto a los que son como él: libres, medianamente libres, aceptablemente libres según su criterio. Son de colores, no son en blanco y negro. Qué contra tan guapa, tan formidable a la foto. Con razón decía yo que en el blanco y negro había mucho color. Pero tú has hecho valer ese pensamiento con un relato breve pero más que grande por lo emotivo. Estoy con tu payaso y le pido que me preste su bandera. Quiero encontrarme a su lado. Desfilar con él si fuera preciso. Me encanta que incluyas la palabra alma, tantas veces tomada por cursi. Ya se ha demostrado por la ciencia su existencia real. Creo no exagerar si digo que, de lo tuyo leído, es lo que más ha conmovido la mía, mi alma. Casi siempre he nadado a contra ola. Entiendo a la perfección a tu payaso. A ese hombre que no quiere morirse en vida. Que no quiere volver al mundo de los muertos. Que odia la rutina y el sí porque sí a las modas impuestas e idiotas, y al fundamentalismo. Mi más mayor muy enhorabuena, feliz todo para ti siempre y un beso muy grande.
Has creado un hombre que se rebela contra su papel de punto en la masa. Lo fácil sería dejarse llevar, pero él es diferente a los que lo hacen, «diver», frente a la «gente». Quizá no sepa aún cuál será su camino, pero sí que el trillado no es el suyo. Está llamado a hacer algo distinto, a buscar su propio arco iris. Tiene corazón de pionero. Las personas así, inconformistas e inquietas, son las que llevan dentro el gen que puede llegar a cambiar el mundo. Me gusta tu personaje contracorriente.
Un abrazo, Mel. Suerte
Creo que tu relato tiene literatura, fuerza y mensaje. Una buena frase para empezar, y otra mejor para finalizar. Felicidades, María.
El título, divergente total, una artistada. El personaje, otro tanto. Todo un acierto.
María, fuerza y ritmo en esta historia tan buena. Suerte y saludos