OCT13. ÁNGELES Y ESTRELLAS, de Rebeca Gonzalo López
—Cariño, ya eres muy mayor para dormir con la luz encendida. Deberías saber que no hay monstruos en tu armario, ni tampoco en el baño. ¿Por qué lo sigues haciendo?—le pregunté con ternura.
—¡Qué tonta, mamá!—me dijo sonriendo— ¿No lo sabes? Es por si alguna estrella se cae y se asusta en medio de la oscuridad, como me pasa a mí. Así uno de los cuatro angelitos que velan mi cama, le cantará una nana para que se duerma. Ellas solo duermen por el día, mamá, pero ellos no pueden dejar su esquinita por la noche. Tienen que protegerme. Además tú siempre me das el beso de buenas noches y me dices: \»a dormir, mi estrella\». Seguro que conmigo no se sienten tan tristes por haberse perdido.
Me dejó desarmada… ¿cómo iba a explicarle que tampoco existen los ángeles?
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¡Uf!, enseñamos a creer lo que nosotros no creemos.
Me gusta el relato, deja claro los apuros de los padres en esas u otras situaciones similares.
Espero que te guíen las estrellas.
Lines
Gracias, Lines. La verdad es que no debe de ser fácil eso de ser padre, no. No envidio en absoluto el apuro que vive mi personaje con su hijo je, je.
Rebeca, tu mundo, tu burbuja, tienes pinta de no pasar ningún apuro, muy bonito.
Un beso
Gracias, Epífisis, la verdad es que estos escritos sacan mi parte ñoña y tierna. Lo habitual es que resulten mucho más pesimistas je, je. Gracias por tu visita, compañero.
je, je los padres si que pasamos por apuros de esos sí. A veces creo que los dormitorios infantiles están a tope : los angelitos que cuidan la cama, las estrellas que vigilan allí en lo alto, las ovejitas que ayudan a dormir, el ratoncito Perez que aparece de vez en cuando… en fín un poquito de intimidad!!!. Está muy gracioso.
A seguir soñando jajaja. muy sensible y tierno relato.