13. EMPRENDEDOR (Ángel Saiz Mora)
Cinco años después de haber terminado los estudios seguía sin trabajo. Iba camino de entregar una solicitud como dependiente de supermercado cuando pasó junto a aquella esquina. Por algún motivo, el grafiti de una niña con la cabeza al revés activó su intuición de periodista sin experiencia, para redactar su primer, poco creíble y, casi seguro, último reportaje, en el que daba cuenta de que bajo la tapa de una alcantarilla podían escucharse inquietantes gritos. Era un disparate, producto de una mente frustrada, pero nada tenía que perder. Lo envió a varios medios. En temporada baja de noticias, con la audiencia asqueada de política, un diario digital publicó su escrito. De él se hicieron eco las redes sociales. El barrio se llenó de curiosos. La esquina, la alcantarilla y la niña aparecieron en televisión. Transeúntes anónimos aseguraban haber escuchado lamentos. En la radio emitían supuestas grabaciones. Un programa de ocultismo dedicó un monográfico.
La información dudosa, de puro relleno, quedó diluida con el inicio del mundial de fútbol, pero había logrado un contrato, aunque fuese precario.
Mientras tanto, en un lugar recóndito de las profundidades, se decidió el traslado de la puerta del infierno a un punto menos transitado.
El cuento tiene una fina ironía crítica y un final sorpresa. Me imagino a Iker Jiménez emitiendo un programa a las puertas de la alcantarilla, je,je. Buena propuesta.
Cosas más insólitas se hacen en televisión y todas tienen su público.
Gracias por leer y comentar, Paloma.
Un abrazo
Con una buena sesión de sicofonía algo se habría aclarado. La mudanza de la puerta del infierno demuestra que aquí no hay quien viva. Un remate de relato excelente.
Suerte, Ángel.
Abrazos.
Tú lo has dicho, «aquí no hay quien viva», tanto, que a veces el infierno más parece que es lo que vivimos día a día.
Muchas gracias, Rafa
Abrazos
Ángel, me encanta tu historia; casualmente estoy preparando una para esta foto con tintes parecido que cambiaré, claro. Bien escrita. Suerte y saludos
No pasa nada. Los temas posibles tampoco son infinitos y somos muchos, lo raro sería no coincidir más. Leeré el tuyo con interés.
Gracias y saludos
Jajaja, que buen final y que divertido tu relato Ángel, me ha encantado. Felicidades y suerte.
Besicos muchos.
Me alegro mucho de que te guste, Nani, sobre todo, que divierta.
Muchas gracias
Besos
De primer nivel. Me ha encantado.
«había logrado un contrato, aunque fuese precario» de donde se deduce que el fin justifica los medios.
Y la frase final fantástica en todos los aspectos.
Un abrazo.
Si no hubiese estado en una situación desesperado no habría escrito un reportaje como ese, al menos, le sirvió de algo.
Muchas gracias, Virtudes
Un abrazo
Jaja, qué bueno, Ángel. Ya se sabe que las noticias que más crecen son las que parten de bulos, aunque en tu texto… ni tan bulo, porque el punto era especial, desde luego. Enhorabuena, maestro.
Era una noticia inventada, pero quizá solo hasta cierto punto, pues las intuiciones se producen siempre por algún motivo real. Como decía mi madre, de la mentira salió una verdad.
Muchas gracias Manoli.
Un abrazo
Muy buen relato, Ángel. Y ese final inesperado, genial. Un abrazo.
Temía que el final se viera venir, me alegro de que sorprenda un poco. Nunca se sabe hasta que no lo lee alguien.
Muchas gracias, María José.
Un abrazo
Como bien dices, el texto podría tener más de una lectura. Por un lado, parece que el infierno tal vez sí que exista y esté más cerca de lo que pensamos. Por otro, resulta triste que una persona preparada no pueda trabajar en lo que debiera. Es una pena que nos dejemos manejar de esa manera por las modas.
Muchas gracias, Juan. Tú sí que eres cum laude.
Un abrazo
Vaya final sorpresa! Yo encuentro que este relato tiene mucha miga, da que pensar, el destino a veces se nutre de cosas así.
Me gusta mucho.
Suerte.
A veces las cosas se deciden o desatan por un simple detalle, por una pequeña ocurrencia. El protagonista se inventa una historia y resulta que descubre la puerta del infierno, aunque lo importante es que ha encontrado trabajo. La vida cotidiana está llena de carambolas parecidas, es lo que la hace menos aburrida.
Muchas gracias, Yolanda
Un abrazo
Estupendo relato.¡Y este final!…
Me alegro mucho de que te guste, Dominque. Gracias por leerme.
Un abrazo
JO!!! Qué campeón!!!
Aaaaaah, ese Mundial de Fútbol que todo lo tapa!! jajajaja
Un saludo!! 😉
MA
Habría que cambiar eso de «con la Iglesia hemos topado» por «con el fútbol no hay quien pueda».
Muchas gracias y un abrazo ¡campeón!
Jopé, parece que realmenta había donde rascar en el el asunto. Además, como tantas veces (por suerte) tu texto nos deja otros soitios en los que mirar, no solo en esa «sorpresa» terrorífica (lo pongo entre comillas, porque también creo que el infierno, en cualquiera de sus formas, está en cualquier sitio). Chavales que intentan trabajar, si tienen esa suerte, en algo que, inicialmente, no era su deseo , tras años de sacrificios (mentales, económicos, personales…). si consiguen ese anhelado trabajo, seguramente se aprovechen de ellos. De una simple anécdora, real o no, algunos medios consiguen hacer un mundo. Y nosotros, a tragar. Y paro. Buena historia, Ángel. Un abrazo y suerte.
Como dijo alguien, «hay muchos mundos, pero están en éste». No hace falta buscar puertas para llegar al infierno, a menudo lo tenemos bien cerca, a veces en nosotros mismos. La situación laboral de los jóvenes, lo mejor que tenemos, es un ejemplo de dura condena, solo que inmerecida. Está bien ser emprendedor, si se vale para ello y eso es lo que se busca, pero tener que inventarse el trabajo porque no existe es bien triste.
Muchas gracias por tus palabras, siempre atinadas. Un abrazo grande
Me cuesta trabajo comentar sin poner un taco. O dos. Ese relato era justo el que yo debiera haber escrito, pero no se me ha ocurrido, y no sé por qué… A ver si va a ser que no soy tan buena como tú… 😀 SOBRESALIENTE.
A ti se te ocurren ideas mucho mejores. Sabes que te leo con interés, eso es porque disfruto y aprendo.
Muchas gracias, Edita.
Un abrazo
El héroe y su obligado descenso a los infiernos, pero en versión moderna. Epico.
La próxima vez que se me ocurra decir aquello de ‘tierra trágame’, me fijaré si hay una alcantarílla cerca. No vaya a ser que me oigan y…
Ya sabes que hay que tener cuidado con lo que se dice, no vaya a ser que se cumpla. Lo malo de la tierra no es que te trague, si fuera así nadie usaría el metro, el problema es cuando no hay retorno.
Gracias y un abrazo. José Ignacio
No por nada se dice que la vida puede sorprendernos a la vuelta de cualquier esquina… Basta verlo a este frustrado periodista sin experiencia para poder comprobarlo.
Un texto con mucho oficio (más bien, «oficios»: escritoril y periodístico), que no dejó ni una gota por exprimirle a la foto…
Por algo es que soy tu fan, ÁNGEL. Me encantó.
Cariños,
Mariángeles
La experiencia la otorga el tiempo, pero para que llegue antes hay que tener algo de lo que el personaje estaba sobrado: actitud e intuición.
Hablando de oficios, el tuyo es uno de los más relacionados con el oficio de escribir, es algo que se nota en tus letras que, aunque se sepa, siempre sorprenden de forma grata. Yo no me conformo con ser miembro de tu club de fans, voy a ver si me dejan ser presidente, tesorero o algo.
Muchas gracias y un abrazo grande, Mariángeles
Me gusta mucha tu micro, Ángel. Como siempre, la realidad supera la ficción. Me gusta el título, esa palabra que ahora está tan de moda. Todos hubiéramos hecho cualquier cosa por un trabajo. Yo creo en el infierno, pero no el de las profundidades. Hay muchos infiernos y todos están en la tierra, muy cerca, y siempre rezo para que el diablo no se acuerde de mí. Enhorabuena.
De existir el paraíso no podemos imaginar cómo sería, es de suponer que cada uno tendría el suyo propio, uno a medida: la lectura de un buen libro, una grata compañía, etc. Sin embargo, el infierno no es que lo imaginemos, sino que lo vivimos a diario, a veces en otros y otras de manera más cercana. Hablando de averno y de trabajo, una de mis preocupaciones infernales (seguro que también la de muchos) es de qué manera se ganarán la vida mis hijos.
Agradezco mucho tu lectura y tus palabras.
Saludos, Mar
Esa silueta desarticulada no presagiaba nada bueno. Por fortuna, pasaban por allí dos periodistas, uno que supo usarla para revertir su mala suerte laboral y otro que tomó nota de todo para que pudiésemos disfrutar de este relato. Besos y suerte
Todo el mérito es del protagonista, que demostró intuición e iniciativa. El otro, cronista barato, solo por allí y lo contó lo mejor que pudo para que la historia no se perdiera.
Muchas gracias, Ana. Besos
Ángel, menudo nivel que marcas con este relato. Me ha gustado mucho.
Creo que se le pueden sacar varias lecturas, y la frase final remata con un giro sorprendente.
Un abrazo
He intentado que hubiese varias lecturas y hasta distintos planos o dimensiones dentro de una misma realidad. No sé si habré querido abarcar mucho, pero ha salido así.
Muchas gracias, Blanca
Un abrazo
Ja ja, sin saberlo, asustó hasta al diablo. Parece que la intuición de aquel novato no iba tan desencaminada, pero eso sí, consiguió su propósito, el ansiado contrato ¡Qué dura vida esta! Obliga a hacer cosas disparatadas, o no tanto, porque todos se aprovecharon del tirón.
Genial relato, Ángel. Saludos llenos de admiración.
Es triste que haya que hacer locuras para lograr algo tan fundamental como el derecho al trabajo. Al menos, el protagonista ha conseguido un sueldo, a ver si le hacen un contrato indefinido. Intuición para darse cuenta de dónde pueden estar las buenas historias si parece que tiene.
Me alegro de que te haya gustado, Maribel.
Muchas gracias y un abrazo
Ángel, con tanto comentario, te habrán dicho de todo, y poco me habrán dejado para piropearte. Porque el comienzo y el durante es bueno, vale, pero qué remate tan MAGISTRAL, tan Sorprendente como Inesperado. Y digo yo, cómo se te ocurren esas cosas… ¡¡¡jomío!!!
Un placer, en serio.
No sé tú, pero a mí se me ocurren las cosas sin saber muy bien cómo. Viene una idea (a veces se hace de rogar), empiezas, la cambias y sale lo que sale. El caso es enredar, como yo digo.
Muchas gracias por tu visita y por tus palabras, Rosy.
Ahí va un abrazo
A veces, sin saber cómo damos en la diana, acertamos, descubrimos la verdad. Solo que la verdad, a veces, puede cambiarse de sitio 🙂
Muy bueno, Ángel!!!
Un abrazooo grande
Disparamos mucho, pero no acertamos siempre. Lo conseguimos es cuando menos lo esperamos, tanto es así que puede que ni nos enteremos.
Muchas gracias por leer y comentar, Amparo.
Otro abrazo grande para ti
Ángel, a tu protagonista no le falló el olfato periodístico y supo, como buen emprendedor, aprovechar su oportunidad. Lástima que las noticias permanezcan poco tiempo de actualidad al ser rápidamente sustituidas por otras más recientes.
Buen relato. Te deseo mucha suerte.
Besos apretados, amigo.
La actualidad, igual que la vida misma, como todo, si lo pensamos, es efímera. Poco importan los ríos de tinta que se vierten cada día, la cantidad de palabras pronunciadas en los informativos, antes o después terminan en el olvido. Quizá por eso algunos escribimos algo, para tratar de agarrarnos a la eternidad mientras la existencia se escapa.
Muchas gracias, Pilar
Besos
El infierno le susurraba la noticia, pero el diablo no contaba con el poder de los medios y el morbo de la gente. Un gran relato que indaga en la fugacidad de la información y la manipulación de la verdad. Abrazos y suerte, Ángel.
Cuando algo se pone de moda en el mundo humano, cierto o no, parece que no existe otra realidad, pero todo pasa y a veces casi no queda ni el recuerdo. Una vez superado, llega el olvido, por lo que no tendría sentido mantener en secreto la entrada al averno, pero sus responsables prefieren ser prudentes.
Gracias, Salvador. Un abrazo
Mira! que tengo una periodista en casa jaja. Me ha gustado todo, contigo eso no es difícil que ocurra, pero lo del final… una estupenda forma de cerrarlo todo.
Felicidades.
Un beso.
Como en la vida misma sucede, he intentado que hubiese varias realidades que suceden a la vez e interactúan unas con otras, sin que los afectados a veces sean conscientes. El periodismo es un mundo fascinante, así que me alegro de que lo tengas en casa. A mí me hizo ilusión formarme en esa disciplina y he tenido la suerte de que sea la que me da de comer y paga mis facturas.
Muchas gracias, Paloma.
Un beso
Un invento del sistema para paliar el paro juvenil es esta moda de los emprendedores que da título a tu relato. El joven periodista no puede sacarse una empresa de la manga, pero sí una buena historia que pronto despierta el morbo de los medios. Cómo son de agobiantes, que hasta el mismo Infierno les huye.
Me ha encantado, Ángel. Conjugas la crítica social (menos mal que al joven lo contratan),la frivolidad de los medios y ese infierno que nos espera a la vuelta de cualquier esquina. El giro final es sublime.
Enhorabuena y besos.
El joven logra un contrato precario, que no es lo ideal, pero al menos es algo. En cuanto a los medios de comunicación y su forma de modelar la actualidad tienes razón, pueden llegar a ser tan «agobiantes» que «hasta el mismo infierno les huye». Por suerte o por desgracia, o por ninguna de las dos, que nunca se sabe, lo que hoy está en candelero mañana es olvidado con la misma facilidad. En esta sociedad se producen injusticias y situaciones surrealistas con mayor frecuencia de la que nos pensamos, con una realidad que supera a la ficción.
Muchas gracias, Carmen. Besos
En mi pueblo teníamos un Pozo Airón que también le trasladaron.
Cuánto de verdad tiene este relato de periodistas, de cómo una serpiente de verano le sirve para encontrar curro y de cómo ocurren cosas a nuestro alrededor que no apreciamos. El giro final es muy simpático y le da el gran valor que el micro tiene. Felicidades. Por otro lado sigo pensando si ese “para con” de mi micro lo corrijo o no está mal del todo. Gracias y suerte
«Lo trasladaron» ay de mi leismo y demás.
«Serpiente de verano» hubiera sido un buen título, salvo quizá de no ser porque la fotografía parece más otoñal o invernal. Me alegro de que te guste.
Si te sirve de consuelo, el leísmo es una lacra contra la que tenemos que luchar muchos, parece que somos propensos por vivir en una determinada zona geográfica, pero todo se puede superar. Ese «para con» a mí me chirría un poco, pero igual es válido, seguro que alguien más versado te lo puede aclarar. También puedes consultar a la RAE, tienen gente para responder a las dudas.
Muchas gracias y un abrazo, Javier
Me he reído con el final, me encanta. Me gusta que se trate el tema del infierno de una forma distinta y simpática.
Un destino final, el del averno, que no sabemos si existe y, de ser así, cómo será, pero al que todos tememos más que a nada, es algo que supera a cualquiera. El humor siempre es un arma que nos salva de las cosas demasiado trascendentes. Para ponerse serio siempre hay tiempo.
Agradezco tu lectura y tus palabras.
Un saludo
Esos múltiples e inesperados giros que da tu historia, con inicio en la mera observación de una imagen, hacen pensar en el insondable discurrir de la mente creativa y en sobre cómo -al igual que le ocurre a tu personaje- a menudo grandes ideas y descubrimientos aparecen de la manera más inesperada. Por lo demás, creo que has vuelto a construir un magnífico y sorprendente relato, sobre el que se podría hablar muchísimo tanto por su estructura como por su contenido, que se lee con gran placer e interés desde esa prosaica realidad del principio hasta su impactante final de fábula. Enorme como siempre tu propuesta, Ángel. Cuantas cosas me gustaría hablar contigo, amigo.
Un abrazo y mi enhorabuena.
Como bien dices, la inspiración en un sentido amplio, no solo artístico, surge a menudo a partir de un detalle, de una sensación, aunque quizá en alguien predispuesto a ello, tal vez sin ser consciente de que lo está. En este sentido, descubrimientos científicos que surgen casi por casualidad hay muchos ejemplos. Ese instante mágico que ha tenido el protagonista le ha reportado algún beneficio, aunque no parece haberse dado cuenta en toda su amplitud de que realmente tiene un cierto don para detectar buenas noticias e historias.
Es probable que este relato no tenga un gran recorrido, sabemos que son muchos y muy buenos los relatos de ENTC, pero comentarios como el tuyo animan mucho a este juntaletras a seguir aprendiendo y, como yo digo, enredando, sin dejar de leer historias que merecen la pena, como desde luego son las tuyas. Poco más se puede pedir, salvo más ocasiones para charlar en persona, que seguro que se producirán, porque somos jovencísimos.
Mil gracias, amigo Enrique. Te mando un abrazo fuerte
Me alegro que la imaginación, intuición y decisión del joven periodista al fin le valieran. En estos tiempos hasta esos contratos precarios son difíciles de conseguir. Aunque la información fuese de relleno parece que había dado en el clavo, ante lo cual los del infierno pensaron que lo mejor era largarse con el fuego a otra parte. Excelente relato, Ángel, como ya nos tienes acostumbrados. Suerte y un abrazo.
P.D:
(Nosotros también tenemos una hija periodista que gracias a Dios trabaja en lo suyo desde que terminó la carrera, que aquí en Pamplona que es pequeñito no es fácil).
El protagonista del relato posee verdadero instinto periodístico, aunque quizá ni él mismo se dé cuenta de ello. Hoy en día tener un contrato es un gran logro, pedir que además esté bien pagado y sea indefinido complica las cosas mucho más. Me alegro mucho de que tu hija trabaje en aquello para lo que se ha preparado, una quimera hoy día, seguro que la capacidad intelectual le viene de familia.
Muchas gracias Juana. Un abrazo grande
Genial, Ángel. Tu reportero tiene alma de microrelatista (¿por qué será?). Él se inventa una noticia, y tú aprovechas para hacer una crítica del periodismo actual y dejar, de pasada, un comentario sobre el hartazgo que provoca la situación política actual. Y cuando creemos que ya lo tenemos todo, zas, el final impactante que nadie esperaba.
Me ha gustado mucho y no me extrañaría verlo en lo más alto.
Suerte y abrazos.
Los periodistas o plumillas tienen todos alma de escritor. Alguien dijo que cuando las noticias no existen hay que inventárselas. Lo que aparece en los medios, lo que quieren contarnos, parece que es la única realidad, que no tiene que coincidir con lo verdaderamente importante. El caso del protagonista es un tanto peculiar, pues inventa unos hechos, a través de una intuición vaga y subjetiva, que resultan ciertos, pero al final nada importa, la atención va a parar a otro sitio.
Agradezco mucho tu atenta lectura y tus amables palabras, Anna.
Abrazos
La intuición es guía de aquellos que están conectados con su talento y se dejan guiar por ella. En el caso de tu protagonista, su fino olfato, guiado también por la necesidad, le lleva a detectar un posible filón en ese artículo. De hecho le proporciona un trabajo temporal, con lo cual ha conseguido en parte el éxito de su empresa. Hasta aquí el relato nos acerca en su argumento a lo que sería una historia basada en la realidad palpable y acuciante de las paupérrimas condiciones del mercado laboral para los jóvenes de este país, pero el final, con su espectacular giro, abre un capítulo al suspense que queda abierto y planeando sobre el texto, confiriéndole un interés redoblado.
De nuevo, un disfrute, Ángel, leer narraciones como la tuya. Suerte y un fuerte abrazo.
Decía Picasso que si la inspiración venía a visitarlo le pillaría trabajando. Aparte de ello, el olfato para ver una noticia, para componer un poema, para crear un invento o mejorar algo existente, tiene algo de mágico o intuición. Las musas existen y a veces tocan a la gente. Este joven, en medio de su estado desesperado por buscarse un empleo acorde con su formación, agudiza un sentido que igual ni sabe que lo tiene y detecta algo interesante, aunque no se llegase a conocer en su verdadera dimensión y, lo que se supo, fuera más montaje que otra cosa. En todo caso, que esa puerta del infierno la pongan en un algún sitio lejano, por el que no pasemos, por si acaso.
Muchas gracias por tu visita, por tu atenta lectura y por tus amables palabras, Manuel.
Otro abrazo fuerte para ti