22. Imaginando (Patxi Hinojosa)
Yo ya sé que a quién le debo todo. Esto es algo que tengo bien claro desde que aparezco en cuanto ellos me imaginan; por eso nunca pienso que me puedan abandonar dejándome así, como hoy, en tan incómoda posición.
La mía es una postura imposible que él, en una especie de burla perversa, intenta imitar mientras abandona la escena huyendo bajo un suave sirimiri que tiñe de húmeda tristeza el recuerdo de lo que ya nunca más será; desconoce que, un fotograma después, una pequeña balsa de agua va a hacer que resbale yendo a perder algo más que su digna porte en ella. Pero eso no pertenece a este relato y yo me quedo inmóvil, oscura, sabedora de que ya di mi último paso, a la espera de que el tiempo en su transcurrir se alíe con vientos y desidias, y llegue el día en que ya no quede rastro de mí en la pared y pueda, al fin, olvidarme de esta molesta tortícolis imaginando que algún otro artista me imagine, quién sabe si esta vez en colores, para variar, y que yo no necesite imaginar pedruscos que bien podrían desnucar a alguien tras un resbalón inoportuno…
Buena vuelta de tuerca, Patxi. La verdad es que tu texto me hizo «volver a ver» la imagen percibiendo la coincidencia de esas cabezas volviendo atrás. Tus letras hacen un guiño a los personajes, además de sembrar la esperanza de colorido en el personaje más siniestro: la sombra. Un verdadero placer leerte, amigo.
Un abrazo.
Muchas gracias, querida amiga Manoli, por pasarte a leer y sumar con tus personales y generosos comentarios siempre. Así da gusto seguir juntando letras.
Un fuerte abrazo.
La imaginación ¡tan poderosa! ¿Quién no ha imaginado algo sin pensar que podría hacerse realidad? La sorpresa es cuando sucede, pero en tu relato no parecen percatarse, sólo ella, la sombra, ella que sí lo sabe, incluso puede adelantarnos la siguiente secuencia, qué buena idea has tenido Patxi.
Mucha suerte y saludos.
Te agradezco mucho, amiga Maribel, que hayas pasado a leer este humilde texto y dejado tan bello comentario. Gracias también por tus deseos.
Un abrazo.
La idea es muy buena y el giro de tuerca final, con ese resbalón justiciero, me gusta. Pero si me permites un apunte, hecho desde el respeto y para mejorar tu historia, te diría que algunas frases son muy largas y necesitarían un repaso de la puntuación.
Mucha suerte, Patxi. Un abrazo,
Muchas gracias por pasarte a leer, amiga Anna, y dejar tus impresiones. Agradezco de veras tu apunte-consejo, ¡cómo no!; este tipo de ayuda siempre es bienvenida, máxime si proviene de una mirada tan acertada como veo que es la tuya. Te confesaré algo: lo que me comentas, esa excesiva longitud de algunas frases, aparece de vez en cuando en mis textos, unas veces inconsciente, otras conscientemente, manías que tiene uno…
De nuevo gracias, Anna.
Un abrazo.