SEP132. ES ÉPOCA DE SIDRA, de Fina Fernández Fernández
El otoño reinaba a sus anchas y la estampa que se veía lo  corroboraba: La temperatura empezaba a refrescar, caían las hojas de los  árboles como fruta madura, la hierba estaba enrojeciendo y se veían  unos nubarrones que presagiaban que no tardaría en llover. La ventolada   de ayer vertió el prau lleno de manzanas y los topos se estaban dando  un gran festín. Es época de preparar la sidra.
Desmontamos el llagar y una vez limpio, enchufamos la trituradora e  hicimos correr el agua por donde hoy irá la fruta. Fregamos el barreño  donde caerá el líquido color miel. Metimos también en el agua embudos y  coladores. Una vez recogidas las manzanas, las lavamos, troceamos y las  pusimos en el llagar. De cuarenta y cinco kilos de manzanas saldrán unos  treinta y tres litros de zumo, y llenaremos las botellas que  repartiremos entre familia y amigos. Nosotros nos quedamos con ocho,  suficientes para  saborear la primera sidra dulce del año. Recién  salida, nos sabe demasiado a zumo. Nos gusta que pasen unos días, que  empiece a picar un poco. A cada poco te encuentras sin saber por qué  sirvientote un vaso y… ¡salud!
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Fina, con tu relato me has hecho rememorar los bonitos años que viví en Asturias y el sabor delicioso de la sidra, que aprendí a beber allí y que desde entonces me encanta. ¡Gracias y suerte!
Es un placer Ana. Ya sabes, puedes volver a esta tierra a probar la sidra, además la sidra dulce para mi gusto está mucho mejor.
Un relato muy sugerente y con aromas dulces y ácidos a la vez… Un beso Fina.
Gracias Mer. Es una manera de que la gente sepa lo riquísima que está
Fina, gracias por contarnos al resto, las vivencias de vuestra preparación de la sidra. Nosotros solo sabemos de degustarla.
Un beso
Epífisis, espero que al menos te guste. Gracias
y tanto que es epoca de sidra, yo me voy en estos momentos a recoger manzanas…
Además de la sidra se puede hacer multitud de postres con ellas. Dice el refrán que si comes una manzana diaria te mantiene lejos del médico.
Yo ni siquiera soy de las que la beben, pero muy gráfico tu relato sobre la elaboración de una bebida que cuenta con tantísimos adepto.
Original el enfoque de tu historia.
Suerte y un abrazo Fina.
Gracias Yolanda, También, te deseo suerte. Me alegra que te gustara
¡Hola Fina! Pues sí, dan ganas de esta allí tomándose un vasito de esa dulce sidra de manzanas. Y aunque no se lleva mucho por aquí, ¡también la hay de peras! ¡Mmmm! ¡Cuántas cosas buenas nos da la Naturaleza!
¡Saluditos!
Es cierto Mery, la naturaleza es muy sabia y nos proporciona verdaderos manjares, lo único que tenemos que hacer es cuidar de ella
Muy entrañable tu relato, Fina. No soy demasiado bebedora de sidra, pero leyendo cómo cuentas su artesana elaboración, creo que la volveré a probar.¡Suerte!
Gracias Amparo. En mi casa se prepara poca, porque la pomarada es muy pequeña, pero lo suficiente para probarla
A mi la sidra me encanta, todos los años vamos a la guipuzcoa profunda de sidrería, chuletón, tortilla de bacalao y txot… curioso relato describiendo el proceso de su elaboración, a mí sinceramente como dice Epi ahi arriba me va más eso de bebermela, pero me ha gustado con que mimo cuentas todo el proceso. Salud!!
Un bienvenido relato en estos princípios del otoño, Fina, que da la impresión de abundancia, de vida buena, de alegría, que tanto necesitamos. Un abrazo.