En quince minutos (Por Iván) (Fuera de concurso)
La cafetería está abarrotada. Entra y pide un café. Algunas personas le dirigen una mirada curiosa durante un momento y luego siguen a lo suyo. Todo el mundo sabe que el circo está a dos manzanas. Dentro de quince minutos empieza la función de la mañana. Comenzará su particular farsa y todo serán bromas, chistes y risas, pero lo cierto es que está harto de ser un payaso. De ser un payaso, y del circo. Harto de viajar de cuidad en ciudad.
Piensa en su pequeña Elisa. Ahora debe tener seis años. Hace casi dos que no la ve. Su ex mujer también se cansó del circo y de seguirlo de aquí para allá y se instaló en una pequeña ciudad. Ahora ella vive con otro hombre y él casi no puede ver a su pequeña. Su pequeña Elisa, con sus enormes ojos azules y unos mofletes que hacen que apetezca comérsela a besos.
Oye ruido a su espalda, se gira y ve que alguien le está sacando una foto. No le sale sonreír. La farsa comienza en quince minutos.