SEP118. MOMENTOS, de Luis Molina
El sueño era llegar.
Cada día lo intentaba, el ímpetu de su juventud no se conformaba, quería más.
Primero fue un concurso de aficionados, donde con su guitarra se animó, todos lo aplaudieron, se sintió importante, su voz era cautivadora, los amigos lo felicitaron.
Luego lo intento en un canal de televisión, allí lo acompañó un grupo muy afiatado. Este triunfo aumentó su ego, ella estaba allí en primera fila, fue un flechazo, canto como nunca.
Luego llegó la fama, los recitales, la locura desbordada de los fans, ella disfrutaba su fama, se sintió estrella a su lado, luego llegó “ella”, tan blanca, con su mundo fantasmal, todo lo transformo, la visión, la salud. Los momentos dejaron de ser lo que fueron para dar paso a la paranoia, ya no dormía, todo era exceso, su voz dejó de ser lo que lo llevó a éxito.
El apareció con más fama, más dinero, he incluso más atractivo, ella no lo pensó, se fue.
Y llegó el temido final, su cerebro ya no respondía, su voz cada vez se fue perdiendo, con el ego por el piso cayó cual fruta madura, hasta que el olvido le gano la partida.
Cuesta más mantenerse que llegar. Eso dicen, Y el triunfo es un arma de doble filo. Tocar de pies a tierra, vivir la normalidad, encontrar quien te baje los humos y te exija, es posiblemente mejor que la irrealidad de la fama, lo ficticio y lo interesado. Creo que has narrado esas etapas, basándote en alguien en particular o generalizando, pero sea como sea, has creado una historia para la reflexión.
Saludos.
Gracias Antonia, sólo es una historia, fui durante 25 años músico y viví muchas historias de quienes se llevaban el mundo por delante y nunca llegaron a nada.
Como siempre fui de perfil bajo jamás sobresalí, ni como guitarrista, bajista o tecladista. Además cantando no era gran cosa.
Pero estaba sobre un escenario y muchas veces hincharon mi ego con aplausos.
Gracias por tu comentario, un abrazo.
Amiga, ¡Que tremenda imaginación tienes! Tengo la esperanza de algún día poder encontrar un comentario tuyo en alguno de mis blogs.
¿Mi oso? seguro que duerme.
Un fuerte abrazo amiga.
Te das cuenta, Luis, como también levantas pasiones aquí en este blog.
Enhorabuena. Un abrazo
Gracias amigo, sólo disfruto el poder sentir que mis momentos de aprendiz de escritor me dan tantas satisfacciones, a la vez que puedo cosechar amigos.
Un abrazo.
Desconocía la palabra afiatado, creía que se habñia bailado alguna letra y sería afianzado, pero no, mira aprendo una palabra nueva, gracias!!!
Vida intensa y de excesos tan asociada al «famoseo», y las drogas ay ay…
en «Este triunfo aumentó su ego, ella estaba allí en primera fila…» yo cambiaría y pondr´´ia «Este triunfo aumentó su ego. Ella estaba allí en primera fila», me pega mejor no? Lo de que que el olvido le gano la partida me encanta, como se nos sube a la cabeza el éxito y nos nubla la mente. Gracias por recordarlo Luís.
Gracias Maria, todos aprendemos algo día a día.
Tienes razón, el punto queda mejor que la coma, agradezco tu aporte.En realidad a veces no me fijo en esos detalles dado que escribo y lo subo directamente.
Un abrazo.
MOLI voy detrás de tus pasos, para enorgullecerme con tus escritos y esos comentarios tan dulces que los amigos blogeros te dedican
Felicitaciones amigo !