SEP98. DESCOLORES, de José Mª Morales Delgado
Mi padre era payaso, yo niño prodigio y salíamos a la pista juntos. Él sacaba cosas con colores y me preguntaba «¿de que color es esto?»:“Verde” y el publico se reía. Sacaba otra cosa y si acertaba decía: “este niño está perdiendo facultades”, y así en ese juego entre padre e hijo el público se divertía.
Eran tiempos de higos y a mi me encantaban los “negros”. Una vez en una función sacó un higo “negro” y me preguntó “¿de que color ves este higo negro?» yo dudé unos segundos y le contesté: azul. Aquel día fue esplendido, el público lloraba de risa.
Cuando acabó la función vino un señor y le increpó a mi padre “¡No ve que el muchacho va a tener problemas¡” Mi padre sin inmutarse cogió una bandeja de higos negros y le contestó:” mi hijo cuando sea mayor tendrá problemas pero les dará su solución”. Y cogiendo un higo le preguntó: “¿de qué color ve este higo negro?, y él sin pensar respondió: “azul”, y mi padre le contestó: “igual que yo”. El hombre le tendió la mano y dijo:” tiene razón su hijo no tendrá mis problemas gracias a usted.
Curioso relato José Mª.
Un abrazo
Gracias Epi.
Pero para curiosos lo tuyos, con sus porras, plátanos etc. Lo que no nombras son las grietas suaves, rosadas y sedosas,
José Maria
Hola Ana:
El escritor escribe y los lectores o lectoras sacan sus conclusiones. Tienes razón en que dices, el trasfondo es la deficiencia para ver los colores de algunas personas (daltonismo).
Siempre nos reímos de los defectos de los demás; si eres niño lo pasas mal, pero cuando maduras, es tal como dices: “yo soy como soy” y el daltónico además dice: “y veo mis propios colores”,
Gracias por leerme.
PD.
Me encanta leer tus contestaciones, son espléndidas
José Maria
Ana, Epi va de berenjena, seguro que en su próximo relato la saca, la berenjena jjj
José Maria
Jose Mº un relato precioso, divertido y con mensaje. De esos que te hacen pensar. Con la dulzura y sabiduría del padre. Se me hace curioso que esté narrado desde el hijo…
Hola Maria, gracias.
Los niños son los que sufren cuando no entienden el qué, cuando nos hacemos mayores sabemos quienes somos, nuestras virtudes y defectos.
Quería contar .la historia de un niño daltónico que al no aprender los colores se sentía tonto por que los demás los aprendían y él no, pero le di la vuelta para que el niño no sufriera.
Saludos.
p.d También tú en “El Artilugio” lo narras a través de un niño.
José Maria
Tienes razón Ana, Epi puede ir de “señor docto” por que hay muchos de ellos con mucha retranca. Lo de misa de 12 no me lo creo, lo de fiesta de guardar si, es que a todos nos gusta guardar fiestas.
Saludos.
José Maria
Touché!!! y te cuento…
Primero, me hace mucha ilusión que sepas quien soy y recuerdes alguno de mis relatos!!! Sí efectivamente lo narro a través de un jovenzuelo sí. Verás, esto es cosa mía que conste, suelo hacerlo, ponerme en la piel de un niño en dos situaciones: si escribo cuentos para niños, entonces lo narro en 1º persona, con su lenguaje…eso me gusta mucho. Y 2 cuando como en «el artilugio» quiero contar algo grave digamos desde la visión del niño que no acaba de entender y es el lector quien sabe más que el joven y nota su ingenuidad etc…
Pero en este «descolores», precioso título por cierto, al ser un relato más difícil de desmadejar para un joven, a mí, repito cosa mía me sorprende el narrador. De hecho leí este comentario anoche e hice un experimento. En mi casa tambiñen hay alguien «especial» y por tanto sensible a este tipo de relatos, se lo leí, no entendió pero se daba cuenta de que había un mensaje oculto. Le dije que no se lo iba a explicar, pero que me preguntase cuanto quisiera con preguntas de «si» o «no». Me bombardeo media hora señor!!!! que si es importante que el padre es payaso, que si las comillas de «azul» y «negro» significan algo … en fín, al final lo entendió y se emocionó mucho. Dijo que éramos unos payasos estupendos, y nos emocionamos nosotros. Asi que Jose María, que te voy a decir, para mí este cuento quedará en mi memoria, mi más fuerte aplauso al director del circo.
A mi de tu relato me sorprendió el nombre de esperanza a un arma, ¿te imaginas a toda la humanidad con esa esperanza? Es terrorífico.
Tocado me has dejado a mi con tu respuesta, por que a mi esos alguien, me llegan muy hondo, cuando los veo jugar sin mirar el color, ni religión ni sexo, o sea, libres de verdad y sin prejuicios, se me cae la baba.
Yo les doy las gracias a los payasos por que son también libres cuando actúan. Los niños no necesitan actuar para serlo.
Gracias, gracias, mil gracias por tu respuesta.
José Maria
Hola de nuevo Jose María,
tienes toda la razón, es una gozada ver la gente libre de todo prejuicio.
respecto al «artilugio» mira no se me había ocurrido el punto de vista que comentas, sçi, sería terrorífico. No era eso lo que quise expresar, si no el «unirse» u hacer frente, antes cada uno huía sin preocuparse por lo demás, y en el relato quise transmitir el que se unían y hacían frente a los vikingos en este caso, el arma, la ballesta es el medio para hacerles frente lo que les daba esperanza. Me gustó mucho este relato cuando lo escribí aunque veo que no transmití bien todo lo que quise, en fín siempre a mejor!!!. Suerte con este relato de «descolores» tan lleno de colores y sentimientos.