110. Fantasía compartida
Voy andando bajo la lluvia y de repente veo una solitaria sombra de niña deslizándose por la pared. No porque sea algo tan extraño, sino por mera curiosidad de saber a dónde quiere llegar a lo largo de ese muro, giro la cabeza después de avanzar tres pasos para lanzarle la pregunta y veo que ella, también después de tres pasos, ha girado del todo su cabeza, intrigada y, acto seguido, recitamos ambos en coro: “¿A dónde te diriges en esas condiciones?”. Sobra decir que ambos salimos corriendo, asustados.