17. BALCONADAS (Edita)
Como ganador del último certamen de pintura, me proponen que forme parte del jurado de la convocatoria actual. Acepto encantado, sobre todo por la satisfacción de regresar a Betanzos. Cada verano, el casco histórico de la acogedora ciudad se convierte durante cinco o seis semanas en pinacoteca al aire libre; de sus balcones penden verdaderas joyas con formidables dimensiones, sin marco ni bastidor, para disfrute regalado de vecinos y visitantes.
Después de tres días en la localidad y de varios paseos por las calles engalanadas con pinturas al viento, mis principios me obligan a comunicar a la entidad organizadora que, por motivos personales, debo dejarlo. Marcho, huyo quizás. La razón es que no consigo observar las obras con la atención debida: mis pies y mis ojos se dirigen siempre al mismo punto, en cuyo balcón ondeó mi lienzo y ahora lo hace el número 11; pero yo solo percibo una mujer asomada y un intenso olor a mar.
Al cabo de un mes, no sé si por error o deferencia, recibo un correo: “De manera inexplicable, ha desaparecido la pintura número 11, favorita del público y del jurado por su realismo extremo. Se prorroga la exposición mientras tratamos de restituirla.”
Hola, Edita. Aunque «solo» fuera por dar visibilidad y animarnos a que busquemos información sobre Betanzos y sus Balconadas, ya te mereces mi felicitación. Acabo de echar un ojo y son una maravilla. Además, lo haces con un texto sugerente y muy bien escrito. Enhorabuena y suerte. Besos.
Suerte ya he tenido con este comentario. Muchas gracias.
Hola Edita, vuelvo a reiterar, esta convocatoria está dando muy buenos frutos. Un relato en tu línea, de gran calidad. Suerte y abrazos.
ÁNGEL B.
PS. A mí también me has despertado la curiosidad sobre Betanzos.
Me siento doblemente afortunada: por el piropo y por haberte «incitado» a conocer Betanzos. Muchas gracias.
Hola, Edita.
Abres el apetito por Betanzos. Hay una avenida de Betanzos, por diversas razones muy querida para mí, ene el Barrio de El Pilar de Madrid. Pero claro que no es comparable con tu Betanzos. El texto está muy bien urdido y escrito con solvencia narrativa. Y esas balconadas, en efecto son una maravilla, como tu propuesta.
Aunque no viene al caso, a estas horas, una persona conocida mía andará paseando el perrito en el parque próximo a la Av. de Betanzos en el barrio del Pilar. El mundo es un pañuelo. 😀 Muchas gracias por tu generoso comentario.
La pintura era la favorita del público y del jurado por su realismo y no era para menos, imaginamos a esa sirena en el lugar que le corresponde, tras haber dejado fascinadas a muchas personas. Los seres mágicos son así.
Me uno al resto de comentarios y agradezco lo aprendido sobre las balconadas en Betanzos, muy bien traídas en tu relato.
Un abrazo, Edita. Suerte
Me tendrán que nombrar hija predilecta o invitarme a leer el pregón de las fiestas, o algo así, por la publicidad. 😀
Muchas gracias por tu comentario.
Un buen cócte, la pintura con los sentimientos, que en tu relato funciona muy bien.
Mcha suerte, Edita.
Saludos.
Muchas gracias, Paloma.
Hola, EDITA. Yo tampoco pude evitar hurguetear en Google para ver las famosas balconadas y vaya si tu micro les hace honor…
Para mí que una de dos: o la sirena de la pintura 11, con todo su realismo extremo, se lo llevó con ella al señor del jurado, o este buen señor no pudo evitar convertirse en ladrón de guante blanco, y uno muy bueno… Es un acierto que el micro deje abiertas ambas posibilidades, así que no puedo menos que felicitarte.
Cariños,
Mariángeles
Qué gusto leer tu generoso comentario. Muchas gracias.
Original forma de abordar la fotografía, mezclando una tradición real, preciosa por cierto, con un enigma que estimula nuestra imaginación. Abrazos y suerte, Edita.
Precioso comentario. Muchas gracias.
Hola, Edita. Tus relatos siempre son misteriosos e invitan a hacerse muchas preguntas acerca de su posible interpretación. Quiero decir con esto que no te dejan para nada indiferente. Me encanta tu estilo. Es encantador. Mi enhorabuena.
Muchos besitos, guapa.
Mucho encanto ha resultado. Perdona la reiteración de palabras.
Me encanta, nada podría gustarme más que lo que me dices. Muchísimas gracias.
Hola, Edita.
Qué misterios guardaba ese lienzo número 11 y favorito del público. Pues nos dejas el camino abierto a la imaginación…
Gran micro, de esos que no te dejan indiferente.
Un abrazísimo gigante.
Otro abracísimo para ti y muchas gracias por tus bonitas palabras.
Una mujer de principios que, sin embargo, se delata en los finales. Elemental, querida Edita 😉
Pues t’ha quedao muy chulo, y como dijo alguien no hace tanto: me complace.
¿De qué mujer me hablas? 😀 No importa, lo importante es que me complace que te complazca.
Reholas. De tu protagonista… no sé por qué me había hecho idea de que era una mujer. Usted perdone, abochornado me quedo oigan!!!!
Me complace que te complazca que me haya complacido.
Pues yo sí creo saber por qué: porque querías que “la” protagonista fuera yo. 😀 No tengo nada que perdonarte, al contrario. El relato podría parecer autobiográfico, aunque ni por asomo. Pero me hace ilusión que me hayas otorgado ese honor. Gracias de nuevo.
Edita, ese lienzo tan realista que ha desaparecido. ¿Quizás se ha ido a nadar por los mares?
Preciosa historia.
Un abrazo
Muchas gracias, muy amable.
Edita, un relato que aúna tradición con fantasía y con la magia de tus letras te ha quedado muy sugerente, que invita a imaginar lo ocurrido al lienzo desaparecido, con olor a mar.
Mucha suerte.
Besos apretados.
Nuchas gracias por tus hermosas palabras.