Y UN POCO DE INSPIRACIÓN… QUE RIMA CON MELÓN
Los pequeños melones verdes sugieren juventud. Pero enseguida parecen una fruta por la que no pasara el tiempo, como una madre para su hijo. Las manchas o las imperfecciones de su cascara -y siempre las tienen- parecen lunares o marcas de nacimiento. No significan que estén pasados, como sucede con otras frutas. Sólo confirman que cada melón es único y que es y fue siempre él mismo.
Viéndolo sólo por fuera, alguien que no lo haya probado antes apenas se podrá hacer una idea de cómo es un melón por dentro. El flagrante naranja invisible hasta el momento de abrirlo. Las pepitas a cientos en el hueco central, del color de pálidas llamas, pero húmedas, desafiando en su forma de apiñarse todo sentido definido del orden. Y el brillo que lo envuelve todo.
El sabor del melón incluía las dos cosas: la oscuridad y la luz. Unía milagrosamente los opuestos, que de no ser así nunca habrían existido juntos.
John Berger. AQUÍ NOS VEMOS. Edit. Alfaguara
Hola Jams, en esta dirección hay una noticia que dice así: El 2º premio del concurso de relatos promovido por la asociacción Felix de Martino, ha sido para nuestro compañero Nicolás Jarque Alegre, con el relato «El paraíso»; además, se puede gozar de su lectura…
Mi enhorabuena Nicolás.
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http://asociacionfelixdemartino.blogspot.com.es/
Ya lo he hecho, pero me encanta volver a felicitarte Nicolás. Un beso
Un poco sosito el texto de john Berger
En principio parece un manual de cultivo o una publicidad de fruta.
No obstante, habría que leer más texto, y tiene expresiones como «flagrante naranja» y «del color de pálidas llamas» que sí despiertan la imaginación, pero tienes razón, más bien es plano.
Eso sí, los melones jugosos, dulces y riquísimos.
Creo que lo que viene a demostrar este texto es… que hay mucho melón por ahí.