84 . Alfombra voladora
Desde la ventana de nuestra torre de marfil, como cada mañana, observo cómo te diriges calle abajo a tu puesto de trabajo. Caminas despacio con un imperceptible balanceo al que te obliga tu pierna derecha, pero lo haces con paso seguro, pues sabes que te estoy mirando; te detienes, te giras y alzas el brazo agitando la mano, sin más, sigues andando. A pesar de que no me ves, correspondo al saludo con la mía que sostiene un paño azul, lo agito hasta que empequeñeces y desapareces absorbido por la multitud. No llegas a distinguir la mueca que los labios han trazado sobre mi boca, una sonrisa disimulada.
Y es este instante el que anhelo cada día, en el que en soledad puedo soñar e imaginar. No quiero ser Julieta añorando a Romeo. Ni una soñadora de sueños. Ni estar muda ante los dioses. Y menos una mujer atormentada por no ser princesa. Quiero agujerear tu red y escapar hasta un océano infinito, en el que la única posibilidad que tengas para encontrarme, fuese que te transformases en alfombra voladora surcando los aires hasta penetrar en nubes en libertad.
Hola, Maite. Bienvenida a ENTC. Lo haces con una historia muy sugerente. Al menos tu protagonista tiene la suerte de disponer «libremente» de esos momentos de soledad que le permiten soñar con otra vida. Ojalá que se cumplan sus deseos de arribar a ese océano sin fin, alcanzando, de ese modo , su liberación. Suerte y un beso.
Gracias, Jesús, por leer y comentar. Estoy segura de ello, lo hará en la alfombra voladora.
Una mujer con una doble vida, la aparente, junto a otra interior y secreta, donde en realidad es ella misma. Algo falla en esa relación cuando se siente así, con esa ventana como límite o frontera entre un mundo y otro, que conviven en el mismo, pero son opuestos.
Yo también te doy la bienvenida, Maite. Me alegra leerte también por aquí.
Un abrazo. Suerte
Gracias, Ángel por comentar, me alegra también que estés aquí. Un beso.
Maite, bienvenida, melancolica la realidad de tu protagonista. Suerte y saludos.
Pues sí, pero con la esperanza puesta en una metamorfosis. Gracias, por leer y comentar. Un beso.
Maite, bienvenida a ENTC, encantada de leerte por aquí.
Te estrenas con un relato de la vida de una mujer que anhela vivir otra muy distinta, lejos de allí-
Buen relato.
Besos apretados.
Gracias, Pilar, besos apretados también.