26. La mejor
Siempre fuiste como una madre para mí, lo sabes bien. Me protegiste, me cuidaste, me guiaste, me allanaste el camino. Tú, siempre tan recta, tan formal, tan perfecta… Mas he de confesarte que si por ello alguna vez pudiera haber tenido la tentación de querer parecerme a ti, ese deseo hubiera desaparecido hoy de un plumazo.
Verás, podía pasarte que fueras tan maravillosa porque lo eras sin intentar sustituir a mamá en mi corazón, y eso me mantenía serena; pero lo de esta tarde…
No contabas con que estuviera en casa, claro; aceptarás que la profesora del taller de teatro tenga derecho a enfermar… Te decía que he vuelto a casa antes de que tú llegaras del trabajo. Me ha extrañado que no hicieras ruido alguno y he salido de mi habitación a ver: ensayabas frente al espejo y he comprobado con horror que lo has conseguido, que has superado a nuestra madre en esa mueca de burla que sacaba a pasear frente a mis debilidades; sí, esa que tanto me enfadaba y que yo nunca fui capaz ni de garabatear. A ti, hermanita, hoy te ha salido perfecta.
También en esto tenías que ser la mejor, ¿verdad?
Las envidias son así:lastiman
Suerte
Gracias por pasar, por comentar y por tus deseos, amiga Manuela.
Un cordial saludo.