SEP18. EL ÁRBOL DE LOS SUEÑOS, de Nuria Casado Marco
A esa hora de la tarde en la que la melancolía se adueñaba de él sin poder ofrecer resistencia, era cuando Jesusín dejaba vagar la imaginación y la mirada por la ventana del aula yéndose a posar en el jardincito de ese lado del edificio y recreándose en la belleza de aquel manzano centenario. Iba inventando bellos poemas que parecían fluir de cada una de sus ramas, estos variaban según su estado de ánimo y el del árbol, cuando parecían despuntar brotes nuevos hablaban de esperanza, si el crecimiento no llegaba a buen término sus versos eran pura desolación y tristeza, cuando la belleza del fruto estaba en todo su esplendor hablaban del amor verdadero que estaba seguro poder encontrar, así pasaba esa tediosa hora mientras oía como ruido de fondo el runrún del profesor. Siempre había creído que dominaba el arte de la distracción y que podía volver en cualquier momento hasta aquel día en que sintió un fuerte tirón de orejas seguido de un grito que le hizo volver la cabeza y enfrentarse con el rostro rojizo del cura que le escupió en la cara ¡Jesusín a la pizarra!
¡Huyyyyyyyyy!, los poetas siempre han sido unos incomprendidos. Decía un escritor en una disertación, que además de nos ser comprendidos, sus poemas tan solo valían para que otros enamoraran a sus chicas y sin embargo, a él, nunca le sirvieron…
Me gusta tu escrito, ¡suerte!
Lines
Pues ya valían para algo. Muchas gracias.
Nuria.
Me ha encantado el relato, Nuria. Me ha recordado a mí de pequeño, jejeje. Un saludo y mucha suerte.
Gracias.
Ay de los pequeños grandes mundos interiores que no comprendemos. Que Jesusín escriba en la pizarra ese poema que lleva adentro. Gracias por tu relato.
Nuria, hermoso relato……
Un saludo Nancy
Muy buen comentario,ja,ja,gracias.
Nuria
Me gusta mucho tu estilo, Nuria. Anda que no nos hemos distraído todos mirando por la ventana del aula cien mil veces, menos mal que siempre había alguno que nos dejaba los apuntes.
Un abrazo.
El árbol de los sueños donde maduran los poemas… me ha sacado una sonrisa, es tiernmo y refleja eso de dejarse volar. Transmite tranquilidad y sosiego y el final con tirón de orejas nos trae de nuevo a la realidad. Bonito. La frase se me hacen un poco largas de leer, creo que cambiar alguna coma por punto lo mejoraría, en mi mñas humilde opinión claro está. Gracias por recordarnos aquellos tiempos de ensoñaciones.
gracias, cuanta razón tienes.
Nuria.
Hermana, ahora comprendo lo de los suspensos (es broma).
Muy bien llevado ese principio lírico que desemboca fatalmente en una realidad prosaica que imagino, lleva implícito un tirón de orejas.
Me has hecho recordar a nuestras madres franciscanas.
Me gusta este amigo verde y frondoso que ayuda al niño a evadirse del tedío de las horas. Un relato lleno de ternura sobre un alma infantil. ¡Felicidades, Nuria!
Nuria ¿el 2º relato?, aprendes muy deprisa, muy majo. Debe de ser por la profe hermana. Que suerte.
Un beso.
Gracias,ya echaba de menos tu comentario.Nuria
¡OLÉEEEE!. ¡Qué bonito lo de las ramas y los versos! Y qué título más bonito me repito de nuevo. Saludos.
Gracias Pablo, estos comentarios son los que empujan a seguir.Nuria
Nunca pensé que nadie plasmaría de un modo tan tierno una parte tan dura de mi miserable vida, gracias, gracias de verdad, porque aunque aún hoy en día mis brotes al igual que antaño nunca llegan a germinar,con escritos como el tuyo harás que desaparezcan muchos fantasmas de aquellos que tuvimos una mala educación. Ha sido un placer compartir parte de mi experiencia vital contigo y no dejes de escribir, te hace volar.
Nuria, que atracción ejercen las ventanas de las aulas. Suerte.