SEP15. LA MANZANA, de Eva García Martín
Septiembre: la transición del luminoso verano a la gris rutina, retorno a los quehaceres, a los lugares, a las personas de siempre. Era el primer recreo y en corrillo, mis compañeros rivalizaban por contar sus conquistas y hazañas estivales: Diríase al escucharles que, en tres meses, ya lo habían vivido casi todo.
-¿Y tú, David, no has hecho nada este verano? – Me preguntó de repente uno de ellos al percatarse de que aún no había abierto la boca.
Varios pares de ojos se volvieron hacia mí, expectantes.
– Cada día al salir de casa -comencé- espiaba sus exquisitas curvas, su piel dorada y suave, deseando poseerla. Una cálida tarde, la encontré ruborosa como fruta madura, tumbada en el suelo, esperándome por fin y no pude resistir más la tentación: Me agaché y desnudé aquella carne dulce a dentelladas embriagándome de su fragancia, lamiendo su humedad con avidez, devorándola hasta hacerla mía…
Sonreí al percibir el instante de atónito silencio, la excitación contenida, la tensión hormonal que me rodeaba. Después estallaron todos a la vez
– ¡Y te la…!
– ¡Pero quién era..!
– ¡Y donde …!
La campana llamando a clase me salvó. Aquel curso empezaron a llamarme ‘el poeta’…
me encanto tanta «insinuación»…
lo raro es que los alumnos calenturientos le hayan llamado solamente «poeta»…
Humm…quiero pensar que David es poco fanfarrón y acaba desvelando la ‘broma’ en algún otro recreo. Gracias kistila por comentar. Un beso
Hola Ana ¡que agradables siempre tus animosas palabras!La verdad es que , leída la entrada de JAMS sobre ello,me gustaría contribuir más a comentar los relatos, pero el poco tiempo que saco, lo empleo en leerlos…Los tuyos siempre me encantan. Un beso!
¡Felicidades, Eva ! Muy bonita esta historia , y magistralmente narrada. ¡Mucha suerte !Saludos.
Muchas gracias, José Antonio. Un saludo a tí también
Estos niños son muy generosos, otros le habrían llamado «el fantasma». Está bien contada la trama, me gusta la ambientación y las confidencias mentirosas de los chicos, aunque en un patio de recreo, por lo menos yo, nunca he visto que nadie empatizara tanto con las aventurillas de verano.
Un abrazo.
Hola Susana, gracias por tu comentario. Mientras lo escribía tenía en mente ‘la ciudad y los perros’, no me preguntes por qué, por lo que los imaginaba ya mayorcitos (últimos cursos de secundaria) y lo del poeta…pues lo mismo.
Un beso
Me encanto !!
Un saludo.
Nancy
Gracias Nancy.
Un saludo a tí también
Eva, qué historia tan bien contada!!, está muy bien ambientada y la escritura está muy cuidada… excepto las tres preguntas, les falta la «?». Me gusta como propuesta de mes, y eso de salvado por la campana. El título pese a que lo de fruta madura a muchos nos evoca la manzanna, aquí haciendo el símil de la manzana de Adan y «Eva» y como objeto de tentación, es simplemente perfecto. De lo que te he leido, esto me gusta mucho mucho. Gracias.
Hola María. La verdad es que ahora que lo pienso tienes razón con la interrogación, al menos en la segunda frase.Este mes entre vacaciones y líos escribí el relato el día antes y no lo pulí como otras veces (que a veces los retoco tanto que después ni los reconozco, jajaja) y la verdad es que tratando de transmitir una ‘explosión’ exaltada tras el silencio (y de solo dejar a la imaginación las probables palabras procaces que continuaran las frases), dejé un poco de lado el caracter interrogativo. Muchas gracias por tu apunte. ¡Ah! y la elección de la manzana por supuesto tenía esa intencionalidad tentadora ;o). Gracias a ti por tu comentario.
Pues me quedo con el del pueblo, qué quieres que te diga. Además el de Marbella y el otro seguro que comíam manzanas barnizadas, que me han dicho que las dan un baño de cera. Yo ya siempre pido de las más feas y deformes, y con el resto de frutas y hortalizas igual.
Un abrazo.
Haces bien en desconfiar de todo aquello que rechacen los gusanitos y otros animalillos, hongos o plagas. Es , cuando menos, sospechoso. :o)
No me extraña que le llamen «el poeta». Este chico promete.
Me ha hecho gracia el título llamándote tu Eva. 😉
Muy bien desarrollado el relato.
Un abrazo,
Lo mío con la manzana es inevitable, me viene de largo, de lejos y de pila ;o) Un abrazo y gracias, Esperanza
De vacaciones del pueblo de mis suegros venía yo antes de escribirlo y había una bolsa de manzanas rojas colgada en mi puerta,regalos a veces anónimos de los vecinos, que también yo vivo en un pueblo. Y el mismo día escribí el relato e hice una tarta con ellas.
Tengo una adolescente en casa que a veces me retransmite las charlas de patio, y así son, como retratas.
Las de mayores me las salto, que no tengo yo esos círculos y tal y como las describes, se parecen a la competición de proezas que trataba de plasmar en mi relato. Un beso y gracias por tu precioso comentario, Ana
Me encanta David, promete mucho!!!
Felicidades Eva, un buen relato.
Un abrazo.
Eva, ha sido precioso. Me ha gustado mucho, con sus descripciones, sus tensiones, su momento culmen o clímax y el final intrigante y rotundo por el título. Además de cierta nota pícara que añade al compuesto lo que necesita un buen micro.
FELICIDADES!!! Suerte no te hace falta.
Mucha suerte, espléndidas descripciones….
Un abrazo
Un elegante micro, engalanado que duda cabe por el buen hacer de la autora, que, consigue su culminación en la pícara explicación de David, conformando una delirante y sexy historia, extraída de la tan noble tarea de comerse una manzana. No, no me extraña que le acaben apodando; «El poeta»
¡Felicidades, Eva, y mucha suerte!
Gracias Inés, Ricardo, Nicolás y Frank por vuestras palabras. Entre lo de la mención y esto, hoy sobrevuelo el suelo con las alitas que me habeis dado.
Me resulta imposible sacar tiempo para comentar todo lo que quisiera, pero no dejo de hacerlo en mi cabeza Suerte a vosotros también. Abrazos y besos a repartir según gustos y apetencias.
Precioso, divertido y bién escrito, Eva, basado en el doble lenguaje o, mejor dicho, el doble sentido de las palabras.
El adolescente y sus obsesiones para experiencias con «frutas maduras»… ¡cuánta verdad!
¡Suerte!
Un adolescente demasiado sensato y poco común, quizá…¡pero doy fé de que los hay!
Gracias Nicoleta
Bonito relato, lo he leído con ganas y aun sabiendo por donde iban a ir los tiros me ha encantado.
Un beso
Si, eso de poner el título al principio…;o)
Gracias y otro beso.
PS:¡yupi! he conseguido que me salga el perfil…
Precioso, Eva. El título muy bien puesto porque el resto del micro ya es disfrutar a tope de esa poesía. Yo dudo si en realizadad hablaba de una manzana o en cambio de una mujer que le esperaba como fruta madura. Pero desde luego, el chaval, todo un caballero. Un beso.
Un chaval ‘peligroso’ diría yo… ;o) Gracoas por pasarte por mi relato. Otro beso a ti.
Buenas…
Engancha mucho lo de retornar mentalmente al patio del colegio, con el regreso de las vacaciones.
Ese chaval llegaría muy lejos si fue capaz de tomar así el pelo a sus compañeros. Muy bueno, saludos.
Hola Pablo, gracias por tu comentario. Ciertamente tenía muy presente la vuelta al cole para inspirarme. El chaval podría llegar….buf, sería políticamente incorrecto que terminara la frase ;o)
Gracias y un abrazo