64. Llovía todo el tiempo
Mi primer recuerdo lúcido fue considerar a mi madre una miserable porque me untaba en las tostadas poquísima Nocilla, no como en el anuncio. No la odiaba, pero nunca nos caímos bien. Luego, lo normal, suspensos en matemáticas, unas tetas pequeñas, el novio de mi mejor amiga acariciándome, la soledad suplantando a mi sangre, la polla de algún profesor de la facultad, el diploma de Magisterio ardiendo, los ojos llorosos de mi padre, gritos, portazos…
Tengo un recuerdo que no puede ser real: llovía todo el tiempo. Llovía sin nubes, llovía dentro de la casa, llovía bajo mi piel… Luego, el tipo aquel del paraguas que no se iba. El cabrón consiguió que escampara. Probamos un tiempo, nada planeado. Tuvimos a Dani y comencé a actuar en algunas obras. Cuando tuve a Berta, cogió su paraguas y se largó. Lloré solo un día porque al día siguiente tenía mamografía y la audición para aquella primera película de Zlateck. Ayer cumplí cincuenta. Berta huyó hace tiempo, dice que soy una miserable, que la he ignorado desde lo de Dani y creo que tiene razón. ¿Qué cómo me ha tratado la vida? ¿Quieres un titular o un epílogo? Vamos, no me jodas.
Salvador, lo primero; me gusta tu carta de presentación, en su originalidad, y la forma de contar tu historia mucho. Suerte y saludos
Jajaja… Gracias, Calamanda! La verdad que la hice un poco sobre la marcha y le cabe una pequeña revisión… Y a ver, si no somos originales, ¿quién va a querer leer lo muestro besitos!???
Llovía todo el tiempo: una imagen que por si sola ya nos pone en situación. Una historia compleja, triste y de la que se me escapan algunos flecos y, aún así, me hipnotiza.
Suerte y abrazo.
Anna, cuamdo escribí esa frase, supe que sería el título. Es muy representativa. Parece claro que a esfa mujer le ha llovido todo el tiempo… Y sobre los flecos, tel relato, creo que en general sientan bien, los flecos, los deshilachados, las cosas que bo se dicen… Contarlo todo, para mi, sería contar demasiado.
¡Qué aburrimiento!
Muchas grscias por pasarte!
Un beso
En todas las vidas hay nubarrones, ventiscas varias y algún día soleado, pero en la trayectoria vital de tu protagonista solo tiene lugar la inestabilidad permanente. Hay existencias así, grises todo el tiempo, porque lo traen de serie.
Un relato descriptivo, ágil y muy original.
Un abrazo y suerte, Salvador
La vida de esta mujer se podría resumir con algún parte meteorológico incernal… inicios borrascosos… relaciones tormentosas… cielo cubierto con precipitaciones continuas… y ese ambiente húmedo e inestable todo el tiempo… Gracias por tu siempre amable, rico y puntual comentario, amigo! Un fuerte abrazo
Me encanta el tono, el poder ver pasar una vida entera en estas pinceladas tan descriptivas y tan bien escogidas. ¡Enhorabuena, Salva! Mucha suerte
Muchísimas gracias, Patricia. Al primer vistazo la foto me hizo pensar en una mujer de fuerza terrible y terrible fortuna. Y ahí nació esa especie de monólogo que es una respuesta.
Gracias! Besos
(Todo apunta a que faltaré a mi cita… grrr)
¡Uf! Poquísima Nocilla. Tu forma de comenzar el relato es perfecta. Todo lo que me destroza después, es, efectivamente, muy muy poca Nocilla. Nocilla amarga, parece. Y si eso me ha parecido, me gusta lo escrito y cómo está escrito.
Es curioso a veces dónde puede encontrar uno el primer rastro de dolor, de rencor… en cualquier insignificancia infantil… Y luego, la vida. Muchísimas gracias, Íñigo por pasarte y comentar. Me quedo con esa nocilla amarga… Un abrazo