AGO127. TRANSITO, de Pablo Vázquez Pérez
La pareja de barqueros levantaron los remos para descansar un momento en su viaje sobre las aguas opacas y lisas del caudal turbio. Los fresnos que flanqueaban las dos orillas mostraban una gama de hojas de color marrón pálido. La niña observó el cielo tórrido y gris mientras abría el orificio de su máscara protectora para descubrir sus labios rosáceos. Entonces miró el rostro encapuchado de su compañero navegante.
– Papá, ¿recuerdas cómo era el sol?
– Como el disco de un semáforo, brillante. Redondo, igual que una moneda resplandeciente de plata. De un amarillo más intenso que las últimas espigas del trigo que desapareció hace unos años.
– ¿De color amarillo, no era verde?
El padre rió imperceptiblemente.
– No, verde era la hierba, los frutos tempranos y las copas de los árboles.
– ¿Y el azul, cómo era el azul?
Una débil ráfaga de viento los distrajo de su conversación. El hombre hundió su remo en el agua otra vez.
– Sigamos el curso del río y lo veremos.
Pablo, esperemos que no vivamos ese futuro tan desolador.
Buen relato.
Un abrazo
Hola Alejandro.
Muchas gracias porque intenté escribir algo esperanzador pero se me fue la mano con el drama. Prefiero tu humor que mi pena. Un abrazo.
Es cierto, si el cielo es plomizo, los espacios fluviales no muestran el color azul. No hay árboles azules y el rio suele ser de color pastel arcilla. No creo que ni el Danubio sea «azul».
– Mira, hija, un Martín Pescador.
Un abrazo.
Hola Jesús Alfonso.
Lo del Danubio me ha dejado pensando. Lo que vi en Budapest no era totalmente azul, la verdad.
Y la idea del martín pescador es buena para continuar el relato, y más optimista. Gracias.
Un muy interesante relato postapocalíptico, en mi visión, Pablo. Es tan triste cuando los niños ya no conocen las cosas bellas de la vida… ¡Suerte!
Hola Nicoleta.
Lo siento por la tristeza, no he pillado el punto medio de esperanza, pero bueno, hay que seguir intentándolo. Gracias.
Cosa seria son tus líneas. También he disfrutado con tu bitácora Sin Bulla y hete aquí que he hecho un descubrimiento muy emotivo al leer tu Resol -ese es el tipo de micros que son deliciosos y la literatura que un servidor profesa- con la gente bien maja de Artgerust. Concretamente «On The Road» lo tengo comprado y ya decía yo que me sonaba tu filiación. En fin, se me quedan más cosas en el tintero, pero está bien. ¡Vista, Suerte Y Al Toro! …de Juan P.
Hola Juan P.
Estoy conmocionado sobre todo por lo del libro On the road. Te confieso que yo todavía no lo tengo, pero caerá en breve porque me qiero leer los demás relatos. ¿No te animas a escribir por aquí? Te lo digo porque este blog es un lugar agradable y poco sectario aunque parezca que nos conocemos todos.
Y sobre todo se leen buenas historias.
Muchas gracias, de verdad.
Tu relato me recuerda la película «The road» de John Hillcoat, con Viggo Mortensen y Charlize Theron.Historia post-apocalíptica de un hombre y su hijo que huyen hacia el Sur y hacia la costa.En la película el único color que destaca es el azul de los ojos de Viggo.
Suerte.
Yo me quedo con la novela de Mac Carthy; es cierto que tiene un aire desolador muy parecido.
Hola Ginette e Irene.
Pues de hecho puede ser porque lo de padre/ hija es parecido a los personajes de La carretera. Tengo pendiente ver la película y sobre todo leer la novela. Prefiero leer primero el libro en este caso.
Realmente mis referentes para escribir este micro fueron un corto de animación qu ese llevó un oscar:
FATHER AND DAUGHTER, que se puede ver si copiáis este enlace de youtube:
http://www.youtube.com/watch?v=HQfOFVMth5Q
Y también la novela FIN de David Monteagudo, cuya adaptación al cine se estrenará en Noviembre, me parece.
Vamos, que son referentes más cercanos que McCarthy. Gracias.
Que horror de novela esa de FIN, creo que es lo peor que he leído en mucho tiempo. Tu relato tiene más sentido y está mejor escrito sin duda. un saludo
He estado viendo el corto Father and Daughter y me parece hermoso. No es de extrañar que se llevara un Oscar.La música que acompaña ayuda a crear el ambiente triste y tierno a la vez; sin olvidar el sonido del timbre de la bicicleta que instintivamente te devuelve a la infancia.
Hola Ana.
Muchas gracias. Me gustó mucho tu personificaión del color azul en tu micro. Saludos.
Hola Pablo.
Ciencia ficción que «espelurnia» el vello, porque, amigo, podría pasar.
Relato con principio y cerrado en un final esperanzador, quizá el color de la mar se mantenga.
A-brazos-par-tí-dos. Lines
Hola Lines.
Abrazos mutuos. Gracias porque lo de la esperanza es lo qu emás quería marcar. Nos leemos.
Sí que es espeluznante meterse en el escenario que tan bien dibujas, Pablo. Como ya han comentado, me trae a la cabeza la atmósfera de La Carretera, terrible ambientación, lamentable planeta. Esperemos que tus protagonistas disfruten del azul… Me gusta esa apertura para el final. Ofrecer esperanza al lector.
Un abrazo.
Amparo Martínez Alonso.
Hola Amparo.
Sí, esperanza siempre, que no se pierda.
Me tengo que leer la novela ya pronto, no tengo más justificación. Un abrazo.
A mí me gusta mucho más este relato que la película The Road, que me pareció un espanto. En la frase final quizá esté el toque de esperanza del padre, o puede que el deseo de mantener viva alguna ilusión en su hija, aunque él sepa que más adelante no va a haber azul. Enhorabuena por el relato.
A mi me gustó la película y por eso compré la novela, que aún no terminé porque es tan dura que tengo que digerirla poco a poco. Es una novela difícil de llevar al cine, por eso tiene ese mérito el hacerlo, pero indudablemente todo lo que la novela puede sugerir, es complicado filmarlo. de cualquier forma, respeto tu opinión.
Saludos.
Hola Ana y Antonia.
Es comprensible lo de ver la película por el protagonista, je je. No, en serio, tengo pendiente leer la novela y ver la película pero es de las tareas qu evoy retrasando. Muchas gracias.
Es precioso:
Pablo, escribes genial. Ahora, con delicadeza te recomiendo tengas cuidado con la sintaxis, pues en el primer párrafo las frases tienen la misma construcción y suena algo monótono. También son este tipo de frases muy largas y cargadas de contenido que así, de un primer vistazo, no se pueden digerir bien.
Pero yo lo he leído con calma y he disfrutado de tus minuciosas frases, que están a la altura de un profesional. Es un texto para leerlo con tranquilidad y con gusto.
Un saludo,
Anais
Hola Anais.
Me has desarmado porque tú escribes mucho mejor que yo, y es algo que me alienta, no te lo digo en plan competitivo. Lo bueno de este blog es que hay un nivel alto de narraciones. Una variedad de estilos y temática muy instructiva. Y lo mejor de todo es que hay un respeto y ganas de apoyar a los demás que lo hacen agradable de visitar.
Sobre lo que me comentas de las frases, tienes buena visión, porque muchas veces se me va la sintaxis y las alargo más de lo debido y además repito estructuras. Pero si no me lo llegas a comentar nime entero, así que MUCHAS GRACIAS. Un saludo y te sigo leyendo.
Impresionante… me ha encantado… una buena elección este tema apocalíptico…. muchisima suerte..
Saludos
Hola Nicolás.
Pues muchas gracias, aunque no sea tan impresionante. Espero que sea una mala predicción lo mío, de veras. Saludos.
Desolador… ¿Habrá esperanza?. Mucha suerte. Saludos.
Pablo, hoy traes un relato triste sobre la contaminación y la destrucción. De tu mensaje me gusta esa esperanza de llegar a un mar azul que parece que aún sobrevive.