AGO111. LORENA, de David Moreno Sanz
Le aconsejaron que al enfrentarse al espejo viera en él una superficie lisa, sedosa, de color azul intenso como un mar sereno, que mirara hacia el horizonte donde dos mundos se difuminan pacíficamente, que viera emerger del agua delfines y gaviotas danzar en el cielo, que sintiera la espuma de las olas refrescarle la cara.
Y siempre cuando se iba a enfrentar al espejo, desde entonces, cerraba los ojos para recordar los consejos. Mas al abrirlos no veía más que tormentas que con sus truenos y relámpagos parecían resquebrajar el cielo, olas gigantescas que lanzaban tritones de dientes afilados y nereidas de uñas largas y lenguas viperinas, monstruos que parecían reírse de ella.
No lo superaba. Lloraba. Enloquecía. Huía. Dejaba pasar el tiempo y lo intentaba de nuevo, con el mismo final.
Hasta que un día con el peine de su mano golpeó repetidamente la superficie del espejo y lo rompió. El agua comenzó a salir con furia hacia afuera empujando su cuerpo frágil al suelo. Quedó hechos añicos, confundidos con los del cristal.
No hay que enfurecer a los elementos. No busques el agua, sé agua, o algo así que decía aquel.
Creas un mundo o dos llenos de elementos de todo tipo y cierras con un final inesperado. Me gusta el ritmo, la idea y las descripciones.
Suerte.
Gracias Antonia, me gusta que lo veas así. Un mundo, dos en uno… por ahí va.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Has conseguido crear imágenes que llevan dos mundos hasta narrar una trágica situación. Saludos
Gracias Juan. El final, seguramente es fruto de la desesperación, de una realidad distorsionada, de tener como referencia unos valores inadecuados.Trágico en cualquier caso ver cómo se rompe…
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Buen consejo el de mirarse a uno mismo y ver la vida de color azul. A veces, hay que comprarse unas buenas gafas para poder ver esos tonos. Hace años inventaron las lentillas de colores, pero sólo servían para quienes quisieran mirarte por dentro. Observaban ojos azules cuando en realidad eran negros.
Un final ….¡sin heroina de cuento!… se vence a sí misma por no poder mirar de otra forma.
Bonito enfoque de la vida, David, aunque me hubiese gustado que triunfara la persona y no la propia vida.
Besos calurosos desde este verano …¡caluroso y azul!.
De alguna manera a veces la vida es la que gana sobre la persona, lamentablemente. Al no aceptar sus circunstancias llega el abismo.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Dos símbolos universales de la literatura, el espejo y sus reflejos y el agua y su poder, se juntan en tu cuento para crear una historia triste y bella. Me ha gustado.
Saludos
Paloma Hidalgo
Gracias Paloma. Los espejos y el agua, el mar, dan mucho juego. Quise poner dos mundos, dos situaciones enfrentados, desembocando en una realidad no tan amable pero que conmueve.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Todo espejo tiene dos caras. Creo que debió colocarse en el lado equivocado. Un relato intenso y poético.
Sin duda se puso en el lado equivocado, no supo ver el adecuado, pero cuantas veces nos pasa, por difícil que sea la situación, existe un lado positivo y no lo vemos… ¿no?
Gracias Cybrghost.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Un micro profundamente visual para explicar una turbación dolorosa, desazonadora, cruel.
Con una prosa funcional, al servicio del mensaje que busca transmitir, es -justamente- ese uso del lenguaje connotativo lo que da a este micro gran potencia expresiva y semiótica.
Mis aplausos al autor.
Un abrazo,
Tremendo análisis Pedro. Gracias por él y por los aplausos (no es para tanto)
Sí es doloroso y cruel, buscaba en parte ese sentimiento.
Por cierto, a base de releer una y otra vez me he dado cuenta de que el final sería mejor así:
«Quedó HECHO (y no hechos) añicos…»
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Malditos espejos que solo reflejan la realidad. A veces prefiero la ficción, sobre todo si es tan buena como la que escribes. Un saludo.
Francesc Barberá
Gracias Frances, a veces los espejos reflejan la realidad pero otras no, aunque nos empeñemos en hacer de la distorsión la realidad ¿no?
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
En el espejo nunca te encuentras a ti mismo, solo es tu reflejo y uno refleja su propio estado de ánimo. Quizá debería haber entendido esto y no hubiera sido necesario romperlo ni romperse a sí misma. Un micro bien contado y enlazado.
abrazos
David, me gusta muchísimo tu relato, especialmente el inicio elíptico e inquietante: ¿quiénes son los que «le aconsejaron…»? El espejo que le muestra las tormentas de su alma y el final, en que él rompe el espejo para enfrentar la realidad, a riesgo de estar destruido por ella…
¡Suerte!
Escúsame, quisiera decir «ella» (Lorena), no «él».
Gracias Nicoleta. No hacen falta las excusas pues donde pone Lorena bien podría ser Miguel. No es exclusivo de una mujer…
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Magnífico relato, David.
Un abrazo.
Gracias Sara.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
No esperaba el final. Qué pena que se muriera. Debía de ser un espejo enorme.
Un saludo,
Anais
Gracias por comentar Anais. El espejo seguramente era tan enorme como su dolor.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
David, bonito relato, opino con Paloma que es una historia bella y triste, pero también de terror.
Un abrazo
Gracias Epífisis. Bonito, bello, triste, de terror… todo según se mire, según quién lo haga, según desde dónde… ¿no?
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Es un buen consejo que no siempre llevamos a cabo. me ha gustado el enfoque que le has dado a nuestros miedos, y el desconocmiento de nuestro interior.
Mucha suerte. Un beso
Gracias Elena. Quizá el desconocimiento de nuestro interior y también de nuestro exterior nos lleve a situaciones límite, de miedos insuperables, senderos de autodestrucción…
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
David, cada quien ve lo que su subconciente le dicta, cuesta sobreponerse, y cuando no lo logra se autodestruye como tu personaje. Excelente relato.
Un abrazo.
Gracias El moli. Cuántas veces el subconsciente nos traiciona ¿no?
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
No sé, me suena a problemas de anorexia o así. Sobre todo, me lo hace pensar «con el peine de su mano». Para mí, que me quedo con esta lectura, David, me gusta cómo lo cuentas. Y mucho.
Un abrazo.
Gracias Miguelángel. Por supuesto, puede ser un problema de anorexia, gravísimo trastorno de la realidad que lleva a un proceso de autodestrucción severo.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Triste y profundo relato, como el mar… la no aceptación de uno mismo, necesidad de ser/ver algo diferente a lo que somos…
Genial!!
Besos
Gracias Teresa. Ahí está, cuando queremos ser/ver algo diferente a lo que somos ahí viene la pesadilla.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
David, tu relato rebosa de imaginación. Para mí es muy bueno. Enhorabuena, Sotirios.
Gracias Sotirios. Me gusta que lo veas así.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Parece hablar de alguien que se ha perdido, que solo ve monstruos en su interior. La única salida es la autodestrucción. Esa es mi lectura de este hermoso texto.
Besitos
Gracias Elysa. La protagonista no fue capaz de ver algo de paz a través del espejo.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Hola David.
Poco más te puedo comentar, pero me gustó cómo aplicas la psicología transformándola en relato. Suerte.
Gracias Pablo. Muchas veces relato y psicología van de la mano, cómo si no ponerse en la piel de los protagonistas…
Un saludo indio
Mitakuye oyasin