AGO88. NOCHES DE VERANO, de Mar del Rey Gómez-Morata
Hace años sentados bajo el emparrado, a la salida de su casa, se veía el mar. Por las noches después de la faena, él fumaba en silencio y ella tejía a ritmo lento.
A lo lejos parpadeaba la luz del faro al ritmo del sonido entrecortado del motor de las barcas de pesca.
De vez en cuando una brisa les traía el olor de la higuera, él decía alguna frase y ella asentía en silencio.
Hoy la casita resiste entre varios edificios de apartamentos, pero ya no se ve el mar, sólo algunas noches tranquilas se escucha el motor de las barcas de pesca. Él viene en invierno cuando está tranquilo, para recordarla en los ecos de otros tiempos. Se sienta bajo el emparrado, enciende su pipa y observa las luces de los edificios vecinos que como son de la tierra y no del mar, ni se mueven, ni parpadean.
Relato nostálgico del crecer de lo que llaman civilización. La imagen inicial es muy visible. Me gusta esa referencia a las luces del mar que se mueven. Me alegro de que te animaras a participar.
Hola muchas gracias por los ánimos
Me gusta mucho el ritmo que marcas con las luces del faro y los edificios y el sonido de los motores de los barquitos de pesca. Iba a decir que de estos últimos quedan menos, pero no, sigo viéndolos todos los días y a todas horas. El mar es una fuente de recursos, creo que tengo una caña por ahí…
Un abrazo.
En un relato de mar, estaba claro que tu ibas a dar la talla. Lo mejor, la activación que provoca de los sentidos, además del contenido. A mi por lo menos me hizo sentir triste.
¡Mucha suerte!
Besos, M.A.
Sí, es un poco melancólico por los tiempos y las personas qeu se fueron…Gracias Page
Gracias Susana R. me alegro de que te hayan gustado, sí a veces se pueden escuchar los motores de las barcas de pesca (parecen helicópteros)
Pues a mi esa «melancolía» me alegra, me lo imagino mirando hacia atras acordandose de lo bueno, no de lo malo.
Mar, me gusta mucho tu relato. Así ocurre cada vez: la expansión de la civilización ajena a los hombres de la naturaleza.
A mí me ha emocionado… Sigue así!
Como la vida misma..
Precioso relato Mar!
Me alegro de que os guste y gracias por comentar
Me gusta. Olé mi niña….