AGO87. VENDETTA, de Esperanza Temprano Posada
¿Qué prefieres? ¿El traje azul o el gris?
No hace falta que me respondas, el azul marino era el que elegías las mañanas de domingo en las que corrías a su encuentro y también en las noches de verano en las que, con la excusa de sacar al perro, volvías después oliendo a ella.
Está decidido: el traje gris y como broche la corbata de nubes, si, ya sé que nunca te gustó, pero por una vez la vas a llevar sin rechistar.
Estás algo pálido pero muy guapo, este momento se merece una foto de nosotros dos muy juntos para mandársela a ella y, de una vez por todas, se dé cuenta que solo me quieres a mí.
No te muevas, pongo la cámara en automático y corro a pegar tu cara a la mía, con la mejor de mis sonrisas.
¡Que frio estás! Espero que la zorra de tu amiga no note tu rigor mortis.
Esperanza… qué bueno!!! Me lo estaba oliendo… muy acertadas las elecciones de «corbata de nubes» (aludiendo a que en ese momento andará «por las alturas» o más allá, no?). Y el «no te mueves», es fantástico!!!
«Estás algo pálido…» «qué frío estás…» (en referencia también a su relación, quizás???). En resumen… genial!!!
Mucha suerte y felicidades!!
Un abrazo
Marta
Gracias Marta, me alegro que te haya gustado.
Un abrazo,
Muy bueno Esperanza, pero ella malísima. Me ha encantado.
Un beso
Gracias Epífisis, ya sabes, la venganza es lo que tiene, saca lo peor de cada uno.
Un beso,
Esperanza, me encantó el humor negro de tu relato! Y la idea de la foto, genial!!!
Un abrazo.
Gracias Nicoleta, las fotos de muertos se pusieron de moda en el siglo XIX, esa moda fue la fuente de inspiración de mi relato.
Un abrazo,
Es muy bueno, Esperanza…
Un traje muy bien puesto, además si no se va a ver nunca jamás…
Ya voy recuperando la cobertura y puedo visitar a los amigos.
Besicos salados desde mi Cabo
Cabopá me alegra que te haya gustado. Voy corriendo a leer el tuyo.
Besos desde mi bosque.
jeje, Esperanza, como antiguamente, se hacían fotos a los muertos. Divertido (de leer).
Querido Ximens me alegra que el relato haya pasado su exigente filtro y le haya parecido, por lo menos, divertido, je,je.
Un abrazo desde mi bosque
Uy Esperanza qué humor más negro derramaste en este relato, es genial cómo lo muestras sin nombrarlo en ningún momento. Jaja es una venganza fría la de ella.
Un abrazo.
¡Y tan fría que es la venganza!. ¿De donde vendrá ese dicho de «la venganza es un plato que se sirve frío»? A lo mejor se acuñó tras ocurrir una historia como la mía, ja,ja,ja.
Un abrazo
El proverbio «la venganza es un plato que se sirve frío» proviene de una novela del siglo XVIII titulada Las amistades peligrosas (Les liaisons dangereuses), escrita por el oficial francés y general del Ejército Pierre Choderlos de Laclos.
De Wikipedia
Antonia, gracias por tu aclaración.
Saludos.
Jjajajaj me ha encantado, yo le hubiera mandado además de la foto al muerto tambien para que la a iga corra con los gastos del funeral, muy bonito. Felicidades
Gracias Sandra. Oye ¡pues vas a tener razón¡ ¡no se me había ocurrido lo de que corriera al menos con los gastos del funeral. ¡Hay tantos posibles finales…!
Un abrazo,
excelente hasta el final…
Gracias por tu generoso comentario.
Un abrazo,
jajaja. Otra asesina. Me ha gustado mucho cómo has utilizado el azul marino. Creo que la amiga desistirá del marido.
Mucha suerte, mi querida compañera
!Ese subconsciente! ¿donde dice que lo asesinó? 🙂
Ja,ja,ja. A menudo nos traiciona nuestro subconsciente.
Gracias Ana. Con una mujer así no se si merece mucho la pena de jugársela con una amante.
Un abrazo
Elena: eso espero; que desista; aunque la persistencia femenina ya sabes que es muy difícil de salvar.
Gracias compañera
Este diálogo interior de la viuda y el relato entero están impecables. Me atrevo a imaginar que esta situación ha ocurrido varias veces en la historia (de la humanidad).
Un abrazo.
No lo dudes, Susana, yo creo incluso que es una estampa más habitual de lo que nos imaginamos.
Un abrazo,
Esperanza, te has clavado mi ex mujer. No me extraña que me divorciara de ella. Odio las mujeres mandonas. Voy a dar una ducha fría, a ver si me recupero de susto.
Un fuerte abrazo, Sotirios.
Sotirio, pues no tengo el gusto de conocer a tu ex mujer, pero ésta, más que mandona, es vengativa, le gusta poner «la guindita» al asunto.
Un abrazo,
Ja ja Soti, como si tu mujer fuera una aguja o una espina.
A partir de ahora y por odiar a las mujeres mandonas, vas a pedir perdón 100 veces, he dicho. «Arrrrrrrr»,
y las duchas frías son para otras situaciones.
Lo que me mandas mi señora. Tu humilde servidor, Sotirios.
Esperanza, la elección del traje gris y el alfiler de corbata que no le gustaba, en vida, ha estado fenomenal. Toda la parafernalia es una venganza bien merecida.
Un micro veraniego que aunque huele a muerto, seguro que se agradece lo de juntar la cara para la foto: ¡qué fresquito! 🙂
Besoooo
PETRA pues no sé yo si agradecería juntar la cara para la foto por muy fresquito que esté el fiambre. 😉
Un abrazo,
Me gusta este micro de ¿humor negro?. Original pues la palabra azul marino ha salido del contexto agua, para formar parte del traje del muerto. Seguro que salen guapos en la foto.
¡Suerte, Esperanza!
Besitos
Hola Elysa, ya sabes, yo siempre rompiendo moldes, mi azul marino se queda en el traje no llega al mar.
Besitos,
Muy bueno Esperanza, me gusta el final de tu historia macabra.
Suerte y un abrazo.
Gracias Inés, que el jurado reparta suerte, que la diversión ya la repartimos nosotros.
Un abrazo,
Me gustó cómo avanzas hasta la fotografía, cómo pega su cara a la de él con la mejor de sus sonrisas.
Abrazos y besos marinos.
ANA, si, tienes razón, no se me había ocurrido, pero alguna afinidad tiene con «Cinco horas con Mario» aunque Carmen Sotillo no le llega en maldad a la altura del zapato a mi protagonista.
No tienes porque disculparte. Dar las gracias es siempre una magnífica contestación.
Un abrazo,
Lola, siempre me ha llamado la atención esa obsesión de fotografiarse con los muertos, como si la foto pudiera rescatar los momentos que no se han vivido.
Abrazos,
Esperanza, ahora leído con más calma este relato me doy cuenta de esa cruel mujer que despechada y herida se toma su «vendetta» de la forma más tétrica. Duele solo de imaginarlo.
Me fascina esa imagen que desprende al final, esa fotografía que le enviará con regocijo porque sabe que la matará de pena a la amante.
¡Mucha suerte en el concurso!
Un abrazo, Escritora.
Buenas, Nicolás, se te echa de menos en la blogsfera. Si, la verdad es que «mi prota» se está despachando a gusto con su santo. Es lo que tiene el rencor 😉
También yo te deseo mucha suerte.
Un abrazo,