AGO62. AZUL OSCURO, CASI NEGRO, de Josema P. Carpintero
Mamá se acaricia la barriga. Papá sonríe. Cogen mi mano y la colocan sobre el abultado vientre de ella. Algo se ha movido dentro. Mamá me explica que es mi hermanito que está flotando tranquilo en el interior de esa enorme parte de su cuerpo. Estamos en su futura habitación, es muy diferente a la mía, la han pintado en tonos celestes y han decorado las paredes con un mar con olas y peces. Sobre la alfombra hay unos peluches que nunca había visto: una gran ballena, un pulpo y una réplica muy bonita de Nemo. El techo es azul oscuro, casi negro, y han colocado en él unas estrellas luminosas que cuando apagas la luz siguen brillando.
Mamá me acerca a la cuna de madera, tiene forma de barco y la cabecera simula un timón muy gracioso. Siento que ese pedazo de mar cercano a mi cuarto pondrá mi mundo patas arriba; en la suave tranquilad de mi cama-palacio color rosa palo abrazo muy fuerte a mi muñeca Lea, le pido que se quede conmigo y le prometo que cuando nazca mi hermano-pez, los tres navegaremos en su cuna-velero y ella llevará el timón; un miedo que no conocía me hace temer que prefiera irse con él a su mundo líquido y azul. Lea es una sirena.
Entrañable relato; «Hermano-pez» has conseguido sacarme una sonrisa…Y la última frase afirmación, de lujo cierra el relato muy bien. Pobre princesa, espero que no se angustie demasiado.
Ramón si te he sacado una sonrisa, el cometido del cuento está cumplido. Es difícil objetivo en estos tiempos arrancar sonrisas.
Gracias por tu visita.
Estupendo y redondo relato. Me ha encantado. Enhorabuena Josema.
Hermoso y tierno relato. El final es maravilloso!!!
Un abrazo.
Josema… encantada de saludarte!
Me ha parecido una delicia tu relato: la narración en primera persona de la niña, la descripción sencilla de cada detalle captado por una mente infantil, el ambiente marino unido a su única tabla de salvación que es su muñeca sirena, que también está en jaque, como todo su mundo…
Capta muy bien ese miedo-peligro que sienten los niños ante la llegada de un elemento invasor a su vida, el destronamiento del príncipe, en este caso, princesita…
Hermoso, de verdad!
Un saludo
Marta
Gracias, se me ocurrió plantear los miedos infantiles, desde ese típico, niño: azul, niña: rosa.
Josema, me ha gustado mucho tu relato. Expresas muy bien la angustia de la niña ante la llegada de su hermano-pez.Aunque tenga una cama-palacio y esté rodeada de cosas bonitas nada ni nadie la salva de los celos que pueden llegar a ser terribles.
Mucha suerte.
Un saludo
Hay miedos (los más fuertes) que no se evitan con nada, menos aún con cosas materiales, los de la infancia son los que más suelen marcar.
Abrazos Ginette, gracias por tu visita
A veces lo complicado se resuelve de una manera muy sencilla: es perfecto.
Sí, efectivamente suele ocurrir como dices Irene.
Gracias, Irene.
Qué bien has relatado la primera angustia de compartir y no perder, que sufrimos todos los primogénitos. La princesa destronada sabe que ya ha perdido la propidad exclusiva de sus padres y trata, con una artimaña inteligente de no perder del todo a su muñeca-sirena, pero no las tiene todas consigo.
Eso ¡Qué angustia! la primera «angustia».
Perfecto.
Jesús, al igual que los demas comentaristas, has captado muy bien el mensaje del cuento. Gracias por leerlo.
Saludos.
Josema, a mí, al igual que al resto me ha encantado tu relato. Tiene pasajes preciosos y la idea y el final son magníficos, pero como la voz narrativa es infantil, y por lo que cuenta no debe ser muy mayor, quizás sus expresiones, «abultado, réplica, simula», son más propios de alguien adulto y lo hace poco creíble.
Es para que lo tengas en consideración, pero como te dije, me ha parecido muy bueno, especialmente el final.
Suerte.
Antonia, pensé en eso que dices cuando lo escribí, pero pienso que son pequeñas licencias qu hay que permitirse, a veces, para no quitar calidad al texto. Puedo estar equivocado. Agradezco tu consejo. Un abrazo.
Josema: Tu cuento se me figura una cuadro de Miró hecho de palabras, mitad de niño soñador, mitad de adulto pensante. Gracias por el regalo de tu obra. Gustavo
Gracias Gustavo por tus preciosas palabras.
Me gusto mucho el hecho de que el relato resalta como desde niños llevamos por dentro el egocentrismo y resalta el individualismo del ser humano, felicidades
En la infancia todos los sentimientos se expresan sin tapujos de ninguna clase, los niños no entiende por qué han de ocultarlos.
Gracias querido anónimo por acercarte a mi texto.
Josema, precioso relato que nos conduce por los complejos sentimientos de una niña. Esperanzas, celos, alegría, temor – todo es muy auténtico, muy bién escrito. Suerte.
Gracias Nicoleta.
Un relato muy bello, Josema. Transmite muy bien esos primeros miedos y emociones. Un saludo.
Gracias Sara. Un saludo.
Qué bien has tejido el cuento, adornado de unos detalles infantiles muy visuales. Me ha encantado.
Un abrazo.
Me alegra que te haya gustado Susana. Un abrazo también para ti.
Excelente relato. Enhorabuena, Josema.
El relato es redondo, especialmente redondeado por el giro cómico final. Mi única pega no es para tí, sino para unos padres tan tradicionales: rosa para ella, azul para él.
Sotirios y Jesús gracias por vuestros comentarios. Jesús, yo no comparto la tradición azul / rosa, sólo la he utilizado como recurso para el relato tal y como tu has captado.
Saludos.
La infancia y su complejo mundo…, sin duda los miedos de la niña crecen al ritmo de la cercanía de la llegada de su hermano-pez.
Suerte.
¡Qué redondito te ha salido!
Los primeros miedos, los celos de hermana, entrañable narración.
Te felicito, de corazón, por este hermoso relato.
Preciso, inocente y desesperado, se cierra con genialidad. No me esperaba la sirena.
Bellísimo, Josema.
Saludos.
Gracias Yolanda, Mónica y Carolina por vuestras palabras.
Un abrazo.
es de premio, mi favorito
Isabel tu comentario ya es un premio.
Un fuerte abrazo, me alegra que te haya gustado mi historia.
Precioso relato y muy original en toda su concepción. Sin duda uno de los mejores. Enhorabuena.
La princesa destronada en su mundo marino, muy tierno. Enhorabuena. Nuria.
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No sé qué puedo decirte que no te hayan dicho ya, así que solo que me ha gustado muchísimo, Josema.
Si se puede decir algo, por una parte el final es gracioso e inocente y visto de otra manera, escalofriante. Como microrrelato es redondo la verdad, aunque me despistó el título. Saludos.