AGO60. ILUSIONES TRUNCADAS, de Amparo Hoyos Sanchis
Todos los días, al atardecer, Beth y Christian salen a pasear por la playa acompañados de su perro. A esas horas el calor cede y el agua muestra su tono azul brindándoles calma y serenidad. Caminan silenciosos mientras las olas lamen sus pies desnudos con ritmo constante. Miran hacia el horizonte donde reposan sus sueños bajo la profundidad de las gélidas corrientes.
Sus manos no se sueltan mientras los recuerdos viajan en el tiempo hasta situarse en la cubierta de aquel enorme barco: “La noche era agradable y la música de una pequeña orquesta custodiaba su reciente noviazgo. Las cálidas luces se reflejaban en el escaso oleaje causando una especie de hechizo. Nadie escuchó el golpe, los músicos no dejaron su tarea y la confusión tardó en llegar hasta ellos. No pudieron alcanzar ningún bote salvavidas. El helado fondo marino se convirtió en la sepultura de miles de ilusiones truncadas”.
– “Mamá ese perro parece perdido…, sin embargo, mira hacia arriba como si alguien le estuviese hablando. Ahora corre como si buscara alguna piedra para devolverla a sus dueños. Mamá…, en la arena hay huellas de pies, pero no hay nadie caminando …”
Muy bello Amparo, me ha gustado ese enigmático final.
Suerte.
Gracias, Yolanda. Para mí, un honor viniendo de tí.
He querido hacer un guiño a «Titanic» y dar vida, por unos instantes, a dos de sus miles de víctimas paseando tranquilamente por una playa.
Muy bueno ese paseo fantasmal por la playa. Felicidades, Amparo.
…y por descontado nadie va a creer a la criatura…
es la pena que me da… porque me pregunto si por casualidad alrededor nuestro no hay así «seres» que se pasean… a algunos la sola idea les da miedo… a mi no…
Eso pertenece a la forma de pensar de cada uno. Creer en seres que se pasean por otra dimensión, para mí, es como creer en Dios. Mis respetos para los creyentes…
La superposición de las voces le da al relato una atmósfera inquietante y tierna a la vez. La persistencia de la memoria es homenajeada por tu cuento, cuando otros prefieren llamarla fantasmas. Gustavo
Gracias Gustavo, es lo que pretendía.
Amparo, me gustó la continuidad entre la vida y la muerte, el paseo romántico de las fantasmas y el hecho de que solo los animales y los niños son receptivos a tal cosas.
Un abrazo.
Gracias por vuestros comentarios. Es la primera vez que participi en este blog. He leído relatos que me han parecido magníficos y el simple hecho de leer vuestros comentarios me anima a seguir escribiendo. Muchas gracias a todos.
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Me ha encantado ese final de fantasmas paseando por la playa.
Enhorabuena, Amparo.
Me ha gustado el relato, es triste e inquietante.
El final lo mejor, muy buena idea el cambio de narrador para desde los ojos de la niña mostrarnos la realidad.
Te deseo suerte.
Gracias José, tu comentario es alentador.
Buena mezcla de seres y tiempos. Bien llevado. Suerte.
Gracias, a todos. No es preciso ganar. Con participar entre tan buenos relatistas para mí es suficiente.
Amparo, es un relato triste pero bonito. De género fantástico trae el lector la idea de que los sueños y las ilusiones, aunque no se cumplan, permanecen en la memoria del mar. La imagen inicial de los caminantes por la playa es muy visual. Difícil lo tiene el jurado este mes.
Gracias Ximens. Me siento honrada, viniendo de tí
Me ha gustado mucho. Sobretodo ese cambio en la narración. Te imaginas la escena de la pareja paseando con el perro, muy bien descrita, y de repente, ese cambio brutal. Excelente
Gracias, pensaba que era atrevido ese cambio de narrador. Ahora me doy cuenta de que ha quedado bien.
Precioso, Amparo, me ha gustado mucho. «Los recuerdos que viajan en el tiempo»…