NOV119. EL HOMBRE SIN PALABRAS, de Félix Valiente del Valle
Hace algún tiempo hubo un hombre al que las palabras dieron la espalda durante toda su existencia. Nunca un vocablo perfecto, jamás un término exacto o un atisbo siquiera de lo que pretendía expresar. El lenguaje se le antojaba un ente codificado y esquivo, al que culpaba de su obligado silencio cuando por ejemplo sostuvo entre sus brazos a su pequeña, inerte, después de aquel coche inesperado y traicionero; o cuando miraba a escondidas a su esposa sintiendo que la amaba infinitamente y maldiciendo el nudo lingüístico en sus labios, o aquellas ocasiones en que la belleza abrumadora le hacía llorar impotente.
Entonces trató de inventar palabras: desgarralma, infiniteza, másamor, pero desistió cuando comprendió el carácter inaprensible e intraducible de la masa informe de pensamientos y sentimientos que residían en su cabeza.
Dicen que murió derrotado por las palabras, con una extraña sonrisa agridulce, no se sabe si por la tristeza de lo no expresado o la alegría de lo vivido.
Triste y hermoso a la vez.
Gracias Carmen, por tus palabras, por pasarte y por comentar.
Un saludo
Triste y hermoso a la vez.
Muy bonito, y muy bien escrito. Podemos sentir perfectamente la pena del protagonista por no poder expresar sus sentimientos, siendo como es una persona llena de sensibilidad y ternura.
Es de los que mas me ha gustado, por que se aleja un poco del batiburrillo de inventar palabras a troche y moche.
Felicidades.
Muchas gracias Asun. Me alegro de que te gustase. Las pocas palabras que pudo inventar tampoco le sirvieron, aunque eso no le impidio vivir.
Un saludo
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Félix, desgarrador, buenísimo. Un abrazo.
Gracias por el comentario, Salvador. Desgarran las cosas que se nos escapan, pero queda el consuelo al menos de la experiencia.
Un saludo
Félix, un cuento triste, bien escrito, de mucho contenido y lecturas, suerte y saludos
Gracias Calamanda. Me alegro de que te gustase y le veas tantas posibles lecturas; yo tambien considero que las tiene.
Gracias por el comentario Ana. Me gustaron las palabras que aquel hombre pudo inventar.
Un saludo
Tienes razón, Félix hay cosas que nos dejan sin palabras, impotentes. Es una derrota triste y hermosa, como han dicho por ahí arriba. Tu final es como la vida misma, y no sé si duele o no. Me ha encantado.
Suerte y saludos.
Gracias por el comentario Rafa. La verdad es que has sabido ver perfectamente aquello que intentaba transmitir: la vida hay que aceptarla tal y como viene: triste y alegre, rutinaria o sorprendente.
Me alegro de que te gustase.
Un saludo
Es fácil sentirse identificado con el protagonista de tu relato, porque hay tantas situaciones en esta vida que nos dejan sin palabras y otras tantas en las que no sirven de nada… Tú lo has reflejado muy bien. Saludos y suerte.
Muy bonito y emotivo, Félix. Es verdad como una palabra no puede abarcar el significado completo de lo que se desea expresar. Aunque tu relato y sus palabras transmiten muy bien la emoción del protagonista.
Un abrazo
Gracias Ana, por pasarte y comentar. Me alegro que uno pueda identificarse con el protagnista.
Un saludo
Muchas gracias Isabel por ese comentario tan bonito que dejasobre mi relato.
Un saludo
Félix, estoy con tu protagonista, para qué inventar palabras si lo vivido es extremadamente intenso!! Me ha gustado tu relato! 😉
Un saludo!
Muchas gracias. Es verdad que aunque a veces nos falten las palabras lo que no deben faltar son vivencias.
Un saludo
Preciosidad de cuento. Hay un tapón a veces entre lo que sentimos y lo que expresamos en palabras. Tampoco sé si esto es bueno o malo.
Un abrazo.
Muchas gracias Susana. Tienes toda la razon, yo tampoco tengo claro si es bueno expresarlo todo siempre.
Un saludo
Félix, analizar el resultado de nuestras vivencias al final de nuestros días puede resultar doloroso o placentero, más bien ambas cosas, pero ya no hay vuelta de hoja, palabras que se nos quedaron por decir, cosas que hubiéramos querido hacer y no hicimos, en fin la vida es así, aprendemos a vivirla de la mejor manera posible, pero no somos perfectos por eso nos equivocamos.
Me ha gustado mucho.
Te mando un saludo y te deseo suerte.
María Elena