AGO36. OTOÑO FRÍO, de Héctor Ramón Romero
Otoño frío,llovizna finita,gente que camina presurosa sus calles, yo veo a mi ciudad desde una ventanita y la abrazo y la pinto como a un verde valle,su imagen se refleja en las aceras sobre los charcos que deja la naturaleza y en ellos las hojas que caen se enredan, como si jugando quisieran atrapar la tibieza que un rayito de sol a dejado al pasar.El viento de la tarde aleja la niebla del profundo verde-mar,llevándolo muy lejos hasta desaparecer por la llanura azul marino de la soledad y,… el alma de un árbol se estremece al sentir caer su amarillenta y última hoja,como si fuese una gota de rocío que se mece desprendida del cielo sobre una rosa roja.
Héctor, he visto la imagen en el charco.Bonito relato.
Un abrazo
la ciudad vista en los charcos es «otra» ciudad… hasta los arboles pierden en ellos su fiera rectitud… sus almas tremulan y nos «hablan»…
me gusto este tono nostálgico otoñal…
Hermosura de visíon otoñal,quiero ese cuadro pintado con cada una de tus palabras que le dieron el tinte amarillo rojizo de esa ultima hoja por caer….
he vuelto a leer este relato con la misma emoción…
la misma nostalgia, el mismo estremecimiento que siente uno al ser consciente del paso de la vida…
hermoso cuadro, hermoso poema…
no sé porque no aparece el comentario que te hice esta mañana…
decía que al volver al leer tu relato, de nuevo sentí cuenta nostalgia rezume de tus palabras… y mi alma se estremece como el árbol que en su otoño ve caer su ultima hoja (como a nosotras las «viejas» van cayendo los últimos años)…
poesía y pintura es este texto tuyo…