83. Corsarios de papel (Anna López Artiaga / Relatos de arena)
No conocíamos el mar.
Pero cuando el viento inflaba las velas del bajel, levábamos anclas y navegábamos rumbo al horizonte. Si tú gritabas “al abordaje”, yo blandía una espada con alma de cartón, dispuesto a seguirte. Y al final de la tarde, cuando la colada estaba seca, arriábamos la mayor y fondeábamos en la bahía de nuestros sueños.
Los días de lluvia, corríamos por las playas de una isla desierta, enterrando besos como tesoros. Trazábamos el mapa de nuestras pieles con caricias inventadas y jurábamos con sangre no revelar el secreto.
No conocíamos el mar.
Ni sabíamos que existían amores prohibidos.
Hasta que una mañana, el viento sopló del este. Los ingleses subieron a bordo, ebrios de razones. Reían y bebían mientras nos empujaban a caminar por la tabla. Tú te volviste a mirarme. Yo cerré los ojos mientras saltabas. Cuando llegó mi turno, sentí los corales afilados mordiendo mi pierna.
Solo y herido, regresé a tierra arrastrándome. No pude explicar lo ocurrido. Juegos de niños, dijeron. Y tendieron un silencio blanco de sábanas.
Aún no conozco el mar. Pero continuaré izando esa bandera, surcaré sueños en tu nombre y el chasquido de mi pierna gritará: “¡Barco a la vista!”.
Anna, precioso. Me ha gustado ese punto de vista. Suerte y saludos
Ana, me ha encantado, como siempre, sorprendes con tus palabras llenas de vida para el relato, para los personajes. Sabes como hacer que el lector viva en primera persona tu relato. Enorhabuena.
Sobre esta historia de sueños y amores infantiles se cierne la tragedia, sugerida por la intervención de los corsarios ingleses. Las sábanas son velas, pero también silencio para ocultar lo sucedido.
Me encanta el aliento poético que has sabido insuflar al relato, Anna.
Suerte y besos.
Hola, Anna.
Lírico, metafórico, poético. Los amores prohibidos y sus consecuencias: juegos de niños, quizá.
Hermosa propuesta.
Un abrazo inmenso y suertísima.
Muchas gracias a todas por vuestra lectura y comentario.
Un abrazo muy fuerte.