NOV113. NO ES CUESTIÓN DE HORAS, de Mercedes Daza García
03:00 a.m. Ella no contesta. Prometió que lo haría.
04:00 No da señales de vida.
5:00 Tengo la mente agotada de darle vueltas.
6:00 Mis ojos se nublan ante la luz que desprende el ordenador.
7:00 Sólo quiero leer un maldito “te quiero”. No pido más.
10:00 Oigo un zumbido. Es mi madre, por narices hay que desayunar.
14:00 Mi familia suplica que coma y despegue la vista de la pantalla.
18:00 Mamá me trae un vaso de agua que derramo.
19:00 Mi padre me recuerda lo imbécil que soy.
21:00 Mamá llora desconsolada mientras grita que lo asuma.
22:00 ¿Por qué? Si yo la quiero…
23:00 Mamá llama al médico.
24:00 Un día sin respuesta. ¿Tan mal lo hice con ella? ¿Por qué desaparece?
02:00 Contesta cariño, te lo ruego.
5:00 Tengo náuseas.
7:00 No responde.
8:00 Los nervios residen en mi estómago.
9:00 ¡Niñata malcriada!
11:00 No me quitan ojo. Están desesperados.
13:00 La impotencia se apodera de mí.
14:00 Caigo rendido al suelo. Entre delirios invento palabras de aliento y de cariño que nacen de sus labios. Invento su nombre.
17:00 Aparezco encerrado en una habitación de hospital. No importa. No pienso asumir que ella nunca volverá.
Mercedes, un ritmo continuo lleno de información; mucha rebeldia aflora en este cuento; suerte y saludos
Mercedes, relato vertiginoso, me ha gustado. Saludos y suerte.
Mercedes, por desgracia el amor no se compra. A mí me pasó muchas veces (como soy tan enamoradizo) , pero por suerte en mi corazón tengo 4 puertas , quiero decir me enamoro y me desamoro con una facilidad increíble. Muy bien descrito la frustración de protagonista. Un fuerte abrazo a la mujer más bella del mundo, Sotirios.
Mercedes, un relato desesperante! Muy bien conseguido ese ritmo horario, me ha gustado!!
Un saludo! 😉