JUL88. SENTIMIENTO DE PARTIDA, de Alberto Quiles
Comienzas a caminar por un sendero que separa el asfalto del mar y empiezas a sentir entre tus dedos desnudos, el calor que produce la arena cuando lleva rato al sol.
Abriendo tus pulmones te acercas a la orilla, esa orilla que lleva allí desde antes que nacieras brindando la belleza a tu ciudad. Entonces respiras sin prisa, con fuerza, aire marinero.
Observas el vaivén calmado de las olas y sumes tus pies en esa agua que no es ni fría ni templada.
Y caminas, caminas por una zona más dura, más compacta, dejando por tu derecha en el horizonte, los últimos rayos del día.
Es cuando el sol, luminoso, incandescente y anaranjado está a su mitad entre el cielo y el reflejo del mar; cuando te sientas en tu arena, tu playa y contemplas la puesta de sol.
Vas percibiendo los últimos destellos, cada vez más débiles del ocaso del día y en cuestión de minutos comienza a soplar una suave brisa que refresca el ambiente.
La oscuridad vuelve a cernirse, trae una noche de esas en las que tus ojos brillan atónitos y maravillados con el manto estrellado.
Apenado, descubres lo difícil que será…
Alejarte de tu tierra.
Excelente relato ,te felicito,mucha suerte
Alberto, tu relato es precioso, he podido sentir cada cada trazo. Quizá, porque la arena caliente bajo mis pies es algo que echo mucho de menos.
Felicidades y suerte.
Gracias a todos, me alegro de que os haya gustado. Quizás este sea el relato que he escrito con más cariño, que es más mío, más real en todos los sentidos, cada una de las cosas que he descrito.
Mucha suerte a todos los que hayáis presentado un relato o estéis por hacerlo.
Alberto Q.
Coincido con todos, Alberto.
Es un hermoso relato, con una puntada final de dolor que cierra todas las sensaciones que regalás en cada línea.
Felicitaciones, y suerte.
Saludos.
Alberto, tu relato me hizo soñar con un camino como este, a las orillas del mar. Aunque es un camino de despedida, el sentimiento es de paz interior, de serenidad ante el espectáculo de las últimas rayas del sol. Me gustó mucho.
Qué triste es dejar tu tierra!!! y que bien lo describes… coincido con Nicoleta, transmite ese sentimiento de paz y tristeza contenida. El viaje nos enseña a apreciar lo que dejamos atrás. Es muy tierno, felicidades!!!
Pues si, ya me queda poquito en mi tierra. Va a ser difícil estar tan lejos, pero bueno volveré a recorrer ese camino por mi playa de nuevo más adelante, que es lo importante.
Un saludo, gracias y suerte!
Alberto
Alberto, has debido disfrutar mucho en un lugar tan querido. Como siempre te va a esperar, continuaras disfrutándolo. Un abrazo. Suerte.
Me ha encantado tu relato. Yo se lo que es estar lejos de tu tierra y lo que se hecha de menos, pero esta playa a la que tanto cariño tienes va a estar esperando a que vuelvas. Quizás se te haga un poquito duro estar lejos de tu tierra y de tu gente, pero el tiempo pasa rápido y pronto estarás de vuelta.Disfruta de esta esperiencia y que todo te vaya muy, muy bien.
Un beso muy fuerte.