JUL83. OTRA VEZ ALLÍ, de Jesús Lozano López
Hace unos días viajé al pasado, no por nada en concreto, simplemente quería revivir aquellos acontecimientos que -digamos- me marcaron. O eso presume mi lacaniano psicoanalista. Pero no creáis, no pude cambiar nada. Sólo observé.
En realidad, no usé una máquina del tiempo al uso, sino que elegí el inveterado recuerdo como medio de transporte. NO ese exprés que te lleva automáticamente al lugar y tiempo exactos, sino el de largo recorrido, que como tren de provincias te va llevando por los paisajes marginales de la memoria.
Pasé por momentos olvidados, otrora imborrables. Rodeé otros que me enternecieron… sucesos –muchos- desapercibidos, que me robaron la sonrisa, sorprendiéndome por su intensidad y riqueza de matices.
Poco a poco, sin tener claros ni causa ni objeto, me iba acercando a aquel momento horrible. Ahí estaba por fin, clavado en la yerba, roto, en ese parque junto a aquella nuestra casa. Mirándola. Mirándolos. Quise abrazarme, estrechar a ese joven yo entre mis brazos y decirle, “ya ha pasado ese tiempo del que todo el mundo te habla, ya todo está bien…”. Pero yo ya no estaba allí. Entonces comprendí, debía dejar a aquel joven continuar con su propio viaje, y proseguir el mío.
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Qué pena que no hayas dado algún dato más sobre ese acontecimiento, es la parte más importante del relato (la que lo distinge) pero nos dejas sin poder valorar la importancia o la trascendencia para entenderlo.
Muy bonito. Me ha hecho llorar. ¡Suerte!.
Emocionante viaje dentro de los recuerdos.
Lástima que no pueda cambiar el pasado. Pero ya tampoco importa…
Me ha gustado la trama y la forma.
Un saludo.
Grácias por los ánimos y críticas. En cuanto a lo que comentas, Irene, en parte mi relato no ahonda mucho más en la trama de la historia por el propio formato, pero sobre todo porque, si bien dejo algunos leves indicios de por donde puede ir la historia que he configurado en mi cabeza (un desamor), prefiero que quede abierta para que cada cual mire una vez más ese pedacito de vida en su pasado, esa cicatriz que -afortunadamente- había olvidado sea cual sea su origen, y pueda como en el caso de anónimo, llorar -un poco- y a ser posible, sonreir al redescubrir como lo ha superado.
Viajar al pasado, hay quien dice que sería el mejor viaje de todos… si pudiéramos borrar, cambiar tantas cosas. Con el tiempo te das cuenta de tanats cosas que hiciste o dejaste de hacer… interesante tu propuesta sí, se entreveen algunas cosas, sí (Mirándola, mirándolos) , pero yo también coincido en que un poquito más… una frase más que enseñases y estaría redondo. Ah, Jesús, el mejor viaje siempre hacia adelante, con todo lo que sabemos de antes claro…
Estoy de acuerdo María, la mirada siempre al frente, de vez en cuando observar el retrovisor. Fundamentos de una vida conducida correctamente.
Me ha gustado tu viaje al reencuentro contigo mismo. Todos quisiéramos consolar a ese joven, solo ante la incertidumbre del futuro, que fuimos.
Mayte González-Mozos
Mirar al pasado…. Viendo las olimpiadas me reitero en q muchas veces es necesario para coger impulso, esa carrerita q nos permite el momento de concentración, reflexión, la perspectiva,… Y…. A saltar, a correr, a nadar,…. De nuevo, pensando en q sólo podemos actuar sobre lo q esta y lo q viene. Lo q fue…. Es una historia, como la q nos cuentas, … Si te ha dado impulso… Tus pasitos hacia atrás han merecido la pena.
YO