11. Tan cerca
Viajamos. Tú y yo. Juntos. Acaricio tu pelo mientras dormitas sobre mi hombro. Me quedo embelesado contemplando el lunar que flota en el extremo de tu labio superior. Sí, la línea de tu boca es mi orilla, el único puerto al que quiero llegar. Pareces tan tranquila. Tan tú… Yo también dormito. Demasiadas horas en este laboratorio. ¿Sabes una cosa, Emma? Lo he conseguido. Por fin dejarán de juzgarme. ¿Quién es ahora el loco insensato? ¿El chalado de teorías descabelladas? Ayer también te observaba mientras empujabas a nuestra pequeña en el columpio del patio trasero. Fui a abrazarte, pero nuestra vecina chismosa me miró como si me dirigiese a un fantasma. ¡Ja! Si ellos supieran… Emma, por fin, por fin he conseguido recordar el futuro. Y tú estás ahí, sentada a mi lado. El traqueteo del tren acerca tu cuerpo al mío con saltitos nerviosos y alborotados. Te siento tan cerca, Emma. Tan cerca…
Laura, bella historia con tintes paranormales y románticos. Suerte y saludos
Muchas gracias por comentar, Calamanda. A veces pienso que el tiempo es circular y que ya lo hemos vivido todo infinitas veces. Un abrazo grande y suerte para ti.